El sábado 20 de mayo se registró una estampida en el estadio Cuscatlán de la capital de El Salvador, que dejó un saldo de 12 personas fallecidas y más de 100 heridas, según informó la Policía Nacional Civil (PNC).
El hecho ocurrió cuando miles de aficionados intentaban ingresar al recinto deportivo para presenciar el partido de vuelta de los cuartos de final del torneo Clausura 2023 entre Alianza y FAS. Al parecer, dos portones que estaban cerrados impidieron el paso de la multitud, que empezó a empujar y a aplastarse unos a otros.
Los fanáticos que estaban dentro del estadio trataron de derribar los portones para socorrer a los afectados, pero fue demasiado tarde para muchos. Los servicios de emergencia llegaron al lugar y trasladaron a los heridos a diferentes hospitales.
El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y anunció que se realizará una investigación exhaustiva para determinar las responsabilidades de lo ocurrido. Aseguró que todos serán investigados: equipos, directivos, estadio, boletería, liga y federación.
La Federación Salvadoreña de Fútbol (Fesfut) también lamentó la tragedia y dijo que solicitará un informe de lo sucedido y comunicará lo pertinente en el más breve plazo. El partido entre Alianza y FAS fue suspendido y aún no se ha definido una nueva fecha.
Esta es una de las peores tragedias que ha enlutado al fútbol salvadoreño y que ha conmocionado al país y al mundo deportivo.
La @PNCSV y la @FGR_SV realizarán una investigación exhaustiva de los hechos ocurridos en el Estadio Cuscatlán.
Todos serán investigados: equipos, directivos, estadio, boletería, liga, federación, etc.
Sean quiénes sean los culpables, no quedarán en la impunidad.
— Nayib Bukele (@nayibbukele) May 21, 2023