Tomar algo: Después del sexo, seguramente os entren ganas de tomar algo. Lo mejor es que optéis por una copita de vino, que activará el flujo de circulación sanguínea y facilita la relajación, y por picar algo ligero, como queso, fruta, etc.
Una ducha: ¿Se te ocurre algo mejor después del sexo que una relajante ducha juntos o un baño de espuma? Además, ¡es el lugar perfecto para volver a empezar!
Un masaje: Durante el orgasmo segregamos hormonas como la oxitocina y la prolactina que aumentan con el tacto. Es el momento propicio para tocaros y disfrutad juntos… Y no habrá nada más relajante y sensual que un masaje.
Pon algo de música: Procura poner música que os guste a los dos y si son canciones que tengan algo que ver con vuestra historia, mucho mejor: escucharlas juntos os unirá aún más después del sexo.
Velas: La mejor forma para volver a empezar es encender unas velas. La cosa no se pondrá romántica, sino lo siguiente.
Sin prisas: Tener que salir corriendo da mucho bajón. ¿Por qué no cambiáis los planes y disfrutáis de una hora en la cama sin hacer absolutamente nada?
Acurrucarse: Juntaos el uno al otro, acariciaos, ¡pero sin dormirse! Tocaos mucho y las ganas de volver a la acción resurgirán.
Charlar: No hace falta que tengáis la conversación más profunda de vuestra historia, solo charlad como hacéis normalmente, gastaos bromas y reíros un rato… Hacerlo desnudos en la cama os dará aún más confianza.
Vestirse el uno al otro: ¿Os tenéis que marchar? Abróchale los botones de la camisa y deja que él te suba la cremallera de la falda. Vestirse el uno al otro es una buena “guinda” para el pastel… ¡y así cerraréis el círculo!
A la mañana siguiente: ¿Te imaginas algo mejor que despertaros con besos y caricias? Es, sin duda, la mejor forma de alegrarse el día: llevarás una sonrisa en el rostro toda la jornada. Y si os da tiempo, ¡desayunad juntos!
Fuente: Cosmohispano