Si estás constantemente ocupada, presionada y sientes que tu vida se ha vuelto monótona, tal vez sea hora de que reflexiones todo lo que haces en el día y si vale la pena.
Hay cosas que hacen la diferencia entre una jornada divertida y feliz a una horrible y rutinaria. Cambia tu actitud, despiértate más temprano, come mejor, toma mucha agua y haz un esfuerzo para cambiar esos pequeños detalles que te aseguramos cambiarán tu vida por completo.
Tienes que:
Tender tu cama: Sabemos que una vez que te levantas, tender tu cama es lo último que quieres hacer pero es necesario porque no solamente empezarás el día con un poco de organización y productividad sino que también llegarás a casa y podrás ver una cama tendida que pueda darte la bienvenida.
Dar halagos: No sabes qué tan importante puede ser un simple halago en la vida de otras persona. ¿Jamás te han elogiado tus zapatos, figura, sonrisa o atuendo? Entonces sabrás lo lindo que se siente y cómo alegra tu día instantáneamente. Así que asegúrate de ser esa persona que pueda alegrarle la vida a los demás ya que también te ayudará con tu estado de ánimo.
Hacer ejercicio: Es difícil ir al gimnasio todos los días pero no te preocupes, lo único que debes hacer es ejercitarte lo cual puedes hacer en casa o corriendo en el patio. Te funcionará salir de la rutina, así que salta la cuerda unos minutos, al día siguiente toma la bicicleta y sigue haciéndolo hasta que te sientas feliz y saludable.
Reír: Si tienes un día sin risas ¡algo anda muy mal! Reír es una de las actividades más saludables que hay en el mundo así que debes buscar algo que te haga feliz si es que tu día fue muy pesado. Es bueno para tu mente, cuerpo y alma, además es contagiosa y podrías animar el salón o la oficina entera.
Probar algo nuevo: No tiene que ser algo grande, al contrario, puede ser pequeño como un nuevo sabor de café o una diferente ruta para llegar al trabajo. Pero esos pequeños cambios en tu rutina podrían cambiar toda tu jornada. Pondrán en perspectiva tu camino y podrás abrir los ojos ante lugares y cosas nuevas.
Hacer algo bueno: Dar una moneda a alguien que lo necesita, darle el asiento a una mujer embarazada o simplemente ayudarle a tu compañero de trabajo, te mantendrá feliz todo el día y a otra persona. Además de permitirte ser una mejor persona, te hará disfrutar más tu vida por unos momentos.
Hacer algo con sentido: No debería haber ni un sólo día donde no tengas algo que hacer con un objetivo. Cada persona es diferente y el significado es único y especial. Es importante que recuerdes siempre porqué haces las cosas; no solamente para motivarte sino también para alegrarte el día.
Ser agradecida: La mejor forma de apreciar un día es agradeciéndolo por completo. Al final de cada uno, detente y piensa en tus amigos, familia y todo lo que tienes. Es importante agradecerlo porque te demuestra qué tan afortunada has sido.
Decirle a alguien que lo quieres: Seguro tus padres y hermanos recibirán con gusto esas palabras de afecto. Para ser una frase tan corta como ‘te amo’ tiene un significado profundo y emotivo. Dilo todos los días a las personas que lo merecen.
Hacer un plan para mañana: Tal vez no sea lo más importante en el día pero es igual de necesario. Cuando planeas el día siguiente, le das espacio a las demás cosas que tienes que hacer; además te dejará saber exactamente en qué actividades te involucrarás para tener orden y estar más organizada.
Fuente: Veintitantos