Alguna vez reputada como el método último que nos ayudaría a entender, finalmente, el mundo en el que vivimos, la sierva de los intereses de la humanidad que nos descubría los secretos últimos de nuestro entorno y aun de nosotros mismos, la ciencia ha caído sin embargo, sobre todo en tiempo recientes, en cierto descrédito, según se alega a veces la lejanía que existe entre sus hallazgos y sus inquietudes y la preocupaciones del hombre común y corriente.
Sin embargo, esta es una premisa falsa, pues tarde o temprano el desarrollo científico termina impactando incluso en la vida que podría considerarse más normal y carente de sobresaltos.
Como muestra, ofrecemos a nuestros lectores este listado de 10 consejos netamente científicos ―esto es, resultado del conocimiento obtenido en un laboratorio, un centro de investigación, gracias a un procedimiento metódico y sistemático de prueba y verificación― para incrementar la sensualidad del cuerpo y el espíritu, para mostrarse más atractivo pero no de una manera huera y vacía sino, por el contrario, con todo el aval que da la ciencia y sus bondades. Algunas de estas averiguaciones científicas podrían pasar como algo engañosas –el género que utiliza todo tipo recursos para crear la ilusión de la belleza o la fuerza erótica–, pero también se podría argumentar que en el hombre la cultura es inextricable de la naturaleza, y por lo tanto el artificio, la técnica, es algo natural, parte consustancial de la expresión humana.
1. Sonríe
La sonrisa es el cosmético natural más efectivo para potenciar tu belleza física. Su impacto sobre las otras personas es inmediato y también sobre ti mismo.
2. Duerme
El descanso es, desde tiempos remotos, otra de las prácticas habituales y conocidas para conservar la beldad del cuerpo.
3. Viste de rojo
Seas mujer u hombre, el rojo es el color del atractivo físico por antonomasia.
4. Hombres: rasúrense
Según una encuesta llevada a cabo en el sitio Judg.me, los hombres con barba son percibidos generalmente como sociables, mientras que quienes se dejan el bigote se les asocia con la introversión. Curiosamente, quienes se rasuran son percibidos por las mujeres tan sociables como inteligentes, en especial cuando se observa esa sombra sutil del vello facial que empieza a crecer justo después de afeitarse.
5. Hombres, mentón arriba; mujeres, mentón abajo
La primera impresión es la que cuenta, asegura la sabiduría popular, y desde una perspectiva de psicología evolucionista, en los hombres esta impresión es mucho más favorecedora si se muestran con el mentón en alto, lo cual disminuye el dimorfismo natural del rostro, mientras que en las mujeres este mismo efecto benéfico se consigue bajando ligeramente la barbilla.
6. Hombres: voz profunda y dominante; mujeres, apuesten por la feminidad
7. Cuida tu altura (real o metafórica)
En tiempos pasados, la corpulencia era en los hombres su carta más fuerte para hacerse de una pareja femenina, quien, por otra parte, evolucionó para hacer de la vulnerabilidad el fundamento de su atractivo.
8. Cede al estereotipo: usa maquillaje y saca provecho tus senos
Es una lástima, pero en el ámbito sexual (y probablemente en muchos otros), el macho del Homo sapiens hace poco honor a esta nomenclatura y, por el contrario, se maneja en un nivel más bien primitivo y elemental.
9. Cede al estereotipo: muéstrate confiado y seguro, despilfarrador y musculoso
Los estereotipos reciben este nombre por una razón: funcionan.
10. La solución desesperada
Si nada de esto te convence o, simplemente, no estás dispuesto a cambiar un ápice de tu personalidad o de tu físico, recurre al viejo truco hacerte acompañar de un amigo que es sumamente parecido a ti ―la misma estatura, el mismo color de piel y cabello, una complexión similar― pero es que sutil o francamente menos atractivo que tú. Sorprendentemente, en rituales de apareamiento, esto funciona, o al menos eso es lo que concluyó la psicóloga Constantine Sedikides de la Universidad de Southampton, en Inglaterra, quien llevó a cabo un experimento en que, efectivamente, una persona tiende a establecer una comparación inconsciente entre dos desconocidos que se presentan juntos e inclinarse por el más atractivo de los dos, al parecer partiendo de la premisa de que el otro es alguien con quien nunca saldría.
Fuente: Avant Sex