1. Más allá de su riqueza en betacaroteno, la zanahoria también provee dosis destacables de minerales como calcio, hierro, potasio, fósforo y otras vitaminas, como las B, C y D.
2. El contenido de hierro orgánico presente en esta sabrosa raíz anaranjada es fácilmente asimilable por el organismo y resulta aún mayor que el de las populares espinacas, detalle que la convierte en un excelente remedio contra la anemia.
3. El consumo regular de zanahorias, ya sea en forma de ensalada, jugo o puré, aumenta el número de glóbulos rojos y la cifra de hemoglobina en la sangre, considerada esta última como una importante reguladora del equilibrio ácido del organismo.
4. Otra de las virtudes que la zanahoria provee, siempre y cuando integre el menú de comidas en forma regular- es su efecto hemostático, que contribuye a cicatrizar las úlceras gástricas e intestinales haciendo más densa la fibra muscular.
5. Por las generosas particularidades de la zanahoria, resulta muy beneficioso para el organismo efectuar una cura depurativa únicamente con esta hortaliza una o dos veces al año. Se trata de un régimen que sirve para eliminar toxinas, reforzando al mismo tiempo las defensas del cuerpo, y consiste en ingerir durante tres o cuatro días, casi en forma exclusiva, zanahorias frescas en todas las formas que se desee. Lo ideal es comerlas sin sal, aderezadas sólo con jugo de limón y aceite de oliva.
6. Esta dieta desintoxicante con zanahorias que puede representar, si se las ingiere cocidas, una óptima solución para un proceso diarreico suave. Se recomienda particularmente en los casos de enfermedades oculares como la xeroftalmía (sequedad y retracción de la conjuntiva, con opacidad de la córnea), la fotofobia (aversión a la luz) y la hemeralopía (ceguera nocturna), lo que queda explicado en la riqueza de vitamina A que presenta esta hortaliza.
7. Por su alto contenido en caroteno, la zanahoria tiene el potencial de prevenir el cáncer. Estudios han demostrado que los riesgos de cáncer en el páncreas de las personas que consumen zanahorias regularmente son mucho menores que en las personas que casi nunca comen este vegetal. El caroteno no sólo protege contra el cáncer, también protege las arterias, el sistema inmunológico y combate las infecciones. Para que el cuerpo absorba mejor el caroteno, es recomendable comer las zanahorias cocinadas en lugar de crudas.
8. Las zanahorias tienen un alto contenido en fibra soluble por lo que son muy buenas para combatir el estreñimiento y reducir el colesterol. La eficacia de la zanahoria para tratar el estreñimiento se hace mayor cuando se combina con repollo.
9. De esta extraordinaria planta, no solamente es aprovechable la raíz, sino que también se aprovecha sus hojas, flores y semillas que prestan grandes servicios a la medicina. Las hojas trituradas se utilizan como diaforéticos y vulnerarlas, es decir que son apropiadas para curar heridas. Aplicadas con miel de abeja sobre las llagas las limpia perfectamente.
10. En forma de cataplasmas, las hojas de la zanahoria son magníficas para curar herpes, quemaduras, inflamaciones flemosas de los dedos, erisipelas, tumores inflamados, etc.
Ya lo saben, ¡a comer zanahorias!
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