Una persona murió y otras cinco resultaron heridas el jueves durante violentos enfrentamientos, que aún continuaban en la madrugada del viernes, entre manifestantes hostiles al gobierno y fuerzas policiales.
«No pudimos salvar a Ugur Kurt», escribió lacónicamente el gobernador de Estambul, Huseyin Avni Mutlu, en su cuenta en Twitter poco antes de la medianoche del jueves.
La policía utilizó armas de fuego en el barrio de Okmeydani para dispersar a una decena de manifestantes, que denunciaban las muertes ocurridas en la mina de Soma y la de un adolescente, en marzo, víctima de la violencia policial durante el movimiento de Gezi.
Tras disparar al aire con balas reales, las fuerzas del orden lo hicieron contra los manifestantes y otras personas, señalaron a la AFP testigos presenciales bajo cubierta de anonimato, lo que confirma informaciones de la prensa.
Ugur Kurt, de 30 años de edad, padre de un niño, se encontraba en el funeral de un pariente cuando la policía utilizó gases lacrimógenos, balas de goma y armas de fuego reales.
En el video registrado por una cámara de seguridad ubicada a la entrada del templo religioso, se ve a la víctima desplomarse súbitamente, y luego yaciente en el suelo con la cabeza ensangrentada. Estas imágenes circularon en las redes sociales.
Gravemente herida, la víctima fue transportada a un hospital donde fue operada y posteriormente falleció.
Mientras la policía es acusada de esta muerte, el viceprimer ministro, Bulent Arinç, prometió una prueba balística del proyectil que mató a Kurt y de las armas utilizadas por las fuerzas del orden.
El anuncio de esta muerte hizo recrudecer la violencia en Okmeydani, un barrio popular de Estambul afecto a la izquierda, donde la madrugada de este viernes continuaban los enfrentamientos entre los habitantes y la policía, que provocaron cinco heridos, uno de ellos grave.
«¡Ustedes son asesinos. el Estado asesino se cobró otra vida!», vociferaban más temprano, el jueves, unas 400 personas que se manifestaron en las proximidades del hospital adonde fue transportado Kurt.
Desde el accidente de Soma, la peor catástrofe industrial del país, en la que murieron 301 mineros, el gobierno del AKP y la empresa operadora, Soma Kömür Isletmeleri, están acusados por una parte de la población de haber descuidado la seguridad en la mina de carbón para maximizar los beneficios.
Los primeros elementos de la investigación permitieron establecer que los mineros no disponían de una cámara de refugio en la que podrían haberse encerrado en caso de accidente.
Fuente: GV
