Además de las ya conocidas zonas erógenas, hay otros puntos clave que debes conocer para elevar su éxtasis. Pon a prueba todos tus sentidos, tócalo, pruébalo, huélelo, escúchalo, obsérvalo y ambos estarán en el mismo mood.

Ojos. Los párpados poseen unos nervios que al ser estimulados brindan relajación total. Para esos días en los que está con el estrés al tope o le cuesta concentrarse en el acto, acaricia y besa está delicada zona.

 
Espalda. Una de las sensaciones más ricas la experimentan cuando recorremos con las uñas su espalda. Esto sucede porque a los lados de la columna se localizan una serie de nervios bastante sensibles. Los toques más placenteros son los roces suaves, prueba con alguna tela suave, con tu cabello o con unas plumas.

 
Interior de los muslos. Con la lengua, los labios o los dedos, disfruta brindándole caricias suaves en su pene y el interior de sus muslos.
Ombligo. La zona alrededor del ombligo es también muy sensible, tómate tu tiempo y besa muy suavemente, estimulando con la lengua cada parte.

 
Pecho. Son fácilmente estimulables y sí, a ellos también les agrada que les acaricien el pecho. Rózalos, tócalos, bésalos, lámelos, muérdelos. El pezón, en especial, es detonador de una bomba de placer.

Fuente: Veintitantos