Entre octubre y diciembre está previsto el pago de $6 mil millones
A fin de aumentar el gasto más allá de lo que permitía el ingreso proveniente del petróleo y la recaudación de impuestos, el Gobierno se endeudó a través de emisiones de bonos que comienzan a vencerse y obligan a destinar un monto importante de recursos para cancelar los compromisos.
Las cifras del Banco Central revelan que la deuda en dólares dejó de estar en niveles confortables tras un meteórico crecimiento de 105% entre el tercer trimestre de 2008 y el tercer trimestre de 2013 que la catapultó hasta 104 mil millones de dólares.
En un entorno donde el Banco Central cuenta con pocos dólares en efectivo para pagar de inmediato deuda externa e importaciones, los vencimientos de capital e intereses se tornan pesados.
Las cifras del Banco Central revelan que en 2013 por compromisos de deuda externa la República canceló 7 mil 097 millones de dólares, una magnitud que supera en 86% al desembolso de 3 mil 807 millones en 2012 y este año, según Arcanálisis, habrá que pagar 9 mil 654 millones.
El grueso de los pagos habrá que hacerlo en el último trimestre de este año, cuando está previsto el desembolso de 6 mil millones de dólares, una cifra que supera en 242% al nivel que tenían las reservas líquidas al cierre del primer semestre.
Si bien bancos de inversión han señalado que probablemente Pdvsa emitirá nuevos bonos para obtener dólares y ayudar a cubrir estos compromisos el vicepresidente para el área económica, Rafael Ramírez, afirmó el 16 de junio en Londres que «Pdvsa no realizará nuevas emisiones de bonos por este año, estamos trabajando con préstamos».
«No estamos hablando de reestructuración, lo que estamos haciendo es reperfilar nuestra deuda, para lo cual estamos conversando con muchas instituciones», añadió.
El plan consiste en implementar una ingeniería financiera para alargar el plazo de vencimiento de la deuda que vence este año y el próximo pero hasta el momento no se ha anunciado ninguna medida en concreto.
Una forma de observar claramente el impacto que ha comenzado a tener el vencimiento de la deuda externa es comparar lo que hay que cancelar cada año en capital e intereses con el ingreso proveniente de las exportaciones petroleras, prácticamente la única fuente de divisas del país.
Proyecciones de Barclays Capital indican que el servicio de la deuda representaba 7% de las exportaciones petroleras en 2007 y este año tendrá un peso de 25%.
Si bien esta proporción continúa siendo manejable, es evidente que ha aumentado la vulnerabilidad del país ante un eventual descenso de los precios del petróleo.
Otro factor a tomar en cuenta es que la demanda de dólares ha crecido por la mayor dependencia en las importaciones y un tipo de cambio artificialmente barato a 6,30 bolívares que dispara las solicitudes de divisas.
La consecuencia es que hay un déficit de dólares que el Gobierno ha resuelto recortando las divisas que el Cencoex asigna a las empresas del sector privado.
Si a las divisas asignadas en los primeros siete meses del año al tipo de cambio de 6,30 bolívares se añade lo distribuido a través del Sicad, la oferta total de dólares al sector privado se ubica en 13 mil 200 millones, magnitud que, según Síntesis Financiera, se traduce en una caída de 27% al contrastar con los 18 mil 100 millones distribuido por Cadivi y el Sitme en el mismo lapso de 2012.
Este recorte ha tenido como consecuencia la caída de la producción en distintos sectores de la economía porque las empresas no cuentan con suficiente materia prima e insumos.
Aún el Banco Central de Venezuela no difunde las cifras correspondientes al PIB del primer trimestre de este año pero indicadores como la producción del sector automotriz señalan que el país está a las puertas de la recesión.
Fuente: EU
Víctor Salmerón
