Un Barça líder, pero incierto
junio 13, 2020 11:54 am

AFP

 
 A veces salir de casa es recordar amargamente que dejaste algo importante y muchas veces es imposible retroceder para ir a buscarlo. Así le ha pasado al Barcelona esta temporada porque cada vez que sale de casa se le olvida sacar puntos y en su primer partido tras el parón le ha tocado salir de casa. Viajará  hasta San Moix y enfrentará al Mallorca tras tres meses sin partido oficial.

 


Las estadísticas de los azulgranas de los últimos 15 años muestran al Barcelona actual como el peor, a cuanto números se refiere, visitante  al ver los goles por partido (1.4), remates totales (10.4) y disparos a portería (4.7). Incluso en el aspecto más vital de su filosofía de juego se ha visto comprometido fuera del Camp Nou y muestra la cifra más baja en pases (508 por partido) y de pases completados (411). Además, se observa el segundo peor promedio de puntos por encuentro: 1.4. Solo dos décimas superior (1.2) al de la última temporada de Rijkaard y Ronaldinho antes de la llegada de Pep Guardiola (1.2). Parece que el Barcelona sale de casa y se olvida de cosas.

 

 

Porque en su estadio es todo lo contrario y se mantiene firme en el Camp Nou. En su feudo ha sumado el 69% de los puntos por 31% fuera -el porcentaje la temporada pasada fue de 55-45%-. Fue fusilado en el Bernabéu por 2-0 y solo recuperó el liderato por una sorpresa del Betis antes de la pandemia. Recibió un regalo del exbarcelonista Tello y un penalti que convertiría Messi ante la Real.

 

 

Además, hay otros detalles que perjudican la percepción de favoritismo del conjunto catalán en este momento: la edad del plantel. Un aire pesado y muerto, como si el equipo entero agonizara se siente en la plantilla con una media de edad de 30 años. Parece un equipo a funcionar a corto plazo y por la inercia sin remedio, de silencio, de nada. Un silencio expresado en los fichajes erráticos de la fallida política deportiva del club y en la tenaz, pero apresurada decisión de cambiar de entrenador en enero: Quique Setién por Ernesto Valverde.

 

 

Ese silencio casi ensordecedor  estremeció el Camp Nou y los oídos del presidente Josep Bartomeu en el aquel último partido disputado el 8 de marzo contra la Real. Los pitos no fueron para dudar de la calidad de los jugadores sino de una idea de juego que viene funcionando con un ademán torpe y apocado. El plan va decayendo con el tiempo y exige intervención del entrenador y de la dirección deportiva para romper la dinámica: el club no gana la Champions desde 2015 y perdió la última final de Copa.

 

 

Se empezará a ver esta noche. En la convocatoria blaugrana de 23 jugadores, como permite ahora el reglamento, el camino a seguir después de esta temporada.

 

 

¡La juventud! Aceptar la gran juventud parece ser la única forma de dar un aire liviano y vivo a este equipo. La integración de los jóvenes ambiciosos como De Jong, Ansu Fati, Riqui Puig, Collado, Monchu, Araujo e Iñaki Peña…También los consagrados que no acaban de levantar vuelo, siendo el más señalado Griezmann.

 

 

Pero la novedad en este partido, no es joven. Es Luis Suárez. Recuperado ya de su lesión y cuya presencia invita al sendero conocido de siempre: la alianza del uruguayo y su amigo argentino.

 

 

El barcelonismo está inquieto y vibra por esa conexión. Sabe que cuenta con el pichichi de LaLiga con 19 goles, el mejor asistente con 10 y también con el balón de oro: Lionel Messi. Pero la recuperación de Suárez permite mantener vivo el ardiente deseo por la victoria.

 

 

 Ahora les piden, como siempre, marcar la diferencia después del parón provocado por el Covid-19 en el regreso este sábado ante el Mallorca. Messi sigue siendo la única garantía de esta corta plantilla con aires de recambio que a pesar de los defectos y la incertidumbre de su juego, no ha tenido rival en liga siendo campeón desde 2018.

 

Meridiano
 
Samuel Aldrey/@SamuelAldrey