El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, emprende este viernes su primera gira por Asia desde que regresó al poder, con la mirada puesta en el encuentro con su homólogo de China, Xi Jinping, del que se espera surja un acuerdo para reducir los aranceles y las restricciones comerciales entre las dos mayores economías del mundo.
Trump aterrizará el domingo en Malasia, donde participará en una cena de trabajo de líderes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y después viajará a Japón y posteriormente a Corea del Sur para asistir a eventos empresariales del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en la ciudad de Gyeongju, donde el 30 de octubre mantendrá su esperado cara a cara con Xi.
El mandatario republicano viaja a Asia tras concentrar en las últimas semanas sus esfuerzos diplomáticos en mantener el frágil alto el fuego en Gaza y en su aún inalcanzado objetivo de poner fin a la guerra de Ucrania.

Tanto China, como Japón y Corea del Sur, los dos principales socios estratégicos de Washington en la región, se han visto seriamente afectados por la guerra arancelaria que el republicano reactivó el pasado abril.
También han sido presionados para aumentar sus cuantiosas inversiones en suelo estadounidense de cara a materializar el objetivo trumpista de devolver fábricas y empleos al país norteamericano.
¿Acuerdo comercial con Xi Jinping?
El encuentro con Xi Jinping será el punto culminante de la gira y, probablemente, el más determinante. Se trata de la primera reunión entre ambos desde que Trump regresó al poder en enero y la primera vez que se ven desde la cumbre del G20 de Osaka, en 2019.
Desde este viernes, enviados comerciales de Washington y Pekín retomaron en Malasia las negociaciones bilaterales con la intención de allanar el terreno para un eventual acuerdo entre los dos mandatarios.
En agosto, ambos países acordaron una tregua de 90 días en su guerra comercial.
EE.UU. redujo gravámenes a los productos chinos del 145 % al 30 %, mientras que China rebajó aranceles a los bienes estadounidenses del 125 % al 10 %, tras una escalada sin precedentes iniciada por Trump meses atrás.
La preparación de la reunión no ha estado exenta de polémica, pues Trump llegó a sugerir su cancelación después de que Pekín impusiera nuevas restricciones a las exportaciones de tierras raras, esenciales para la industria tecnológica y cuya producción domina China. Finalmente, el presidente estadounidense rectificó y confirmó su asistencia.
Durante el encuentro, Trump pretende presionar a Xi para abordar el tráfico de fentanilo, potente opioide sintético que, según Washington, los cárteles mexicanos fabrican a partir de precursores químicos procedentes de China, y buscará además que el gigante asiático incremente sus compras de soja estadounidense.
Posible encuentro con Lula y acuerdo de paz
La gira incluirá también una parada en Tokio, donde Trump se reunirá con la nueva primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, primera mujer en ocupar el cargo y además discípula del fallecido Shinzo Abe, con quien el republicano mantuvo una estrecha relación.
Antes de reunirse con Xi, también está previsto que Trump mantenga un encuentro con el presidente surcoreano, Lee Jae-myung.
Su primera escala, en Kuala Lumpur, podría convertirse además en escenario de un encuentro con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, con quien mantiene una tensa disputa comercial.
Trump y Lula coincidieron brevemente en septiembre durante la Asamblea General de la ONU, donde, según el propio Trump, «surgió buena química» y ambos acordaron reunirse próximamente.
Brasil ha sido uno de los países más perjudicados por la guerra arancelaria estadounidense, al enfrentar gravámenes del 50 % impuestos por motivos más políticos que económicos. Trump adoptó esa medida en represalia por el juicio al expresidente Jair Bolsonaro, aliado político suyo condenado por intentar un golpe de Estado tras perder las elecciones contra Lula.
Durante la cumbre de la ASEAN, Trump tiene previsto además participar en la firma de un nuevo acuerdo de paz entre Tailandia y Camboya, después de que ambos países protagonizaran en julio un enfrentamiento fronterizo de cinco días que dejó medio centenar de muertos.
El mandatario estadounidense logró entonces un cese de hostilidades tras amenazar con sanciones comerciales a ambas partes, pero los dos países se han acusado mutuamente de violar el alto el fuego y Malasia, anfitriona de la reunión, ha confirmado que mediará junto a EE.UU. para formalizar un nuevo tratado de paz.
El Gobierno camboyano llegó a nominar a Trump al Premio Nobel de la Paz por su papel en las negociaciones, un galardón que el líder republicano anhela desde hace años pero que finalmente recayó en la opositora venezolana María Corina Machado.EFE











