Las nuevas instalaciones, ubicadas en la ciudad de Valencia, fueron consignadas al desarrollo del yogurt de la larga duración conocido en el mercado venezolano con el nombre de Mi Gurt.
La entrada del grupo español en Venezuela se desarrolló a través de una alianza con Polar, un histórico conglomerado local que nació hace más de 70 años y es la empresa más importante del sector privado del país.
Aunque las cifras de venta del yogurt de larga vida no han ido mal, Pascual decidió en 2014 que había llegado el momento de evaluar si merecía la pena incrementar su inversión en Venezuela. Hasta entonces, el grueso del capital lo había aportado Polar, mientras que la empresa española se había ocupado de llevar el know how.
Fue entonces cuando Pascual decidió evitar nuevos compromisos de inversión en Venezuela. Tal y como explican fuentes de la empresa consultadas por el portal español Libre Mercado, “el riesgo país se ha incrementado en los últimos meses, generando una situación de inseguridad social y económica. El país empezó 2015 con una inflación superior al 60% y los mercados perciben el riesgo de que Venezuela no pueda asumir sus compromisos externos”.
La salida de Venezuela no será completa, ya que Pascual seguirá jugando un rol limitado en la planta de Valencia, relacionado con la prestación de servicios de asesoría e ingeniería.
Fuente: BancayNegocios