Apple ha estado callada, pero no quieta. Mientras el mundo se debate entre las promesas de la inteligencia artificial, la compañía de la manzana está gestando una revolución silenciosa. Se llama Apple Intelligence, y su primera gran manifestación llegará a través de un nuevo Siri, un asistente que dejará de ser una voz en el aire para convertirse en el verdadero cerebro del iPhone.
La promesa de la marca, ante esta premisa, será controlar los teléfonos sin tocar la pantalla.
Este nuevo Siri, apoyado en una renovada infraestructura, permitirá que solo con la voz puedas realizar acciones complejas dentro de las aplicaciones.
Por ejemplo, se le puede pedir que busque una foto de algunas vacaciones en la playa, la edite con un filtro y la envíe a un contacto de WhatsApp, todo en un solo comando.
A olvidarse, entonces, de los pasos manuales. La voz se convierte en el puente entre tu pensamiento y la acción.
El control total de Siri
La ambición de Apple es que Siri actúe como un “controlador” tan preciso como un ser humano, capaz de interactuar con aplicaciones como Uber, Amazon, YouTube, Facebook y WhatsApp.
Según reseñó El Comercio, esta capacidad de ir más allá de las funciones básicas es lo que diferenciará a esta nueva era de Siri de lo que se conocía hasta ahora.
El camino, sin embargo, no ha sido sencillo. El proyecto ha enfrentado retrasos y temas con la prudencia de la propia compañía.
Un desliz en este tipo de tecnología podría ser catastrófico, por lo que Apple avanza con cautela, limitando las funciones en áreas sensibles como la banca y la salud, y desplegando las capacidades de forma gradual. La prioridad absoluta es la precisión.
La llegada de este nuevo Siri es más que una simple actualización del iPhone. Es el primer paso para una reestructuración más grande, una que dará forma a los próximos dispositivos de la compañía. Sin este nivel de control por voz, estos dispositivos de Apple estarían en desventaja frente a gigantes como Google y Amazon, que ya llevan años en este mercado.
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