La música tiene mayor capacidad para provocar emociones más intensas que la pintura. Es una de las conclusiones de un estudio en el que ha participado la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
Con la ayuda de dos pruebas en las que participaron 358 estudiantes de entre 16 y 35 años, los autores analizaron de qué forma estos reaccionaban ante diferentes estímulos pictóricos y musicales seleccionados previamente.
En la primera de las pruebas, los participantes contemplaron y escucharon 52 obras pictóricas y 52 fragmentos musicales de forma separada y aleatoria, para indicar el grado de felicidad que les despertaban y el nivel de excitación o calma.
En la segunda prueba se combinaban música y pintura teniendo en cuenta su valor afectivo, y se evaluaba cómo se influían mutuamente ambas, junto a los cambios afectivos que se habían producido. Según los resultados, no influye del mismo modo una música agradable sobre una pintura desagradable.
Fuente: Sabías