logo azul

Resignación y lucro recorren las colas frente a los comercios

Categorías

Opiniones

Resignación y lucro recorren las colas frente a los comercios

Pese a la inseguridad que reina en las calles caraqueñas, algunos supermercados y farmacias amanecen, desde hace varias semanas, rodeados por decenas de personas ávidas de la llegada de camiones con mercancía.

 

Desde comienzos de enero, conseguir los productos que integran la cesta básica es una tarea que pone a prueba la paciencia de miles de ciudadanos.

 

Las exclamaciones de malestar ante la escasez se siguen escuchando entre los consumidores, aunque ahora parecen coexistir con la resignación, los intentos de poner orden para evitar la aparición de los coleados, e incluso los que buscan lucrarse “vendiendo puestos” en las filas.

 

Pero no sólo las personas madrugan y salen temprano de sus casas para encabezar la cola. Algunos acuden directo a los establecimientos después de una jornada laboral nocturna.

 

“Yo vengo amanecida de mi trabajo. Llevo más de dos horas y aún no he podido entrar. Un señor llegó después y ya compró ”, decía una mujer a las 10:45 am a uno de los guardias nacionales que custodiaba el Farmatodo ubicado en el bulevar de Sabana Grande.

 

Virginia González, ama de casa caraqueña, afirmó que en el supermercado Día Día, de la avenida San Martín -en el oeste caraqueño- , ofrecen un puesto en la cola a cambio de dinero.

 

“A mí me estaban pidiendo 650 bolívares por un puesto en la cola. Pero no hay garantía de que luego consigas adentro los que estás buscando”, subrayó González.

 

En un recorrido realizado por El Tiempo por distintas zonas de la capital se pudo constatar que en algunos casos la principal causa de frustración entre los compradores es la falta de logística al momento de ingresar a los locales.

 

Las quejas y los reclamos no se hacen esperar ante los problemas de organización. “¡Deberían repartir números porque así la gente no se colea!”, gritaba una mujer en la fila del Farmatodo. “Dos guardias es muy poco para controlar a tanta gente”, afirmó un hombre.

 

Para el sociólogo y profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Trino Márquez, la conducta de las personas en las colas obedece a condiciones diferentes.

 

“No es lo mismo un ama de casa que no tiene otra opción, al buhonero que soporta horas en la fila porque sabe que luego obtendrá un beneficio mayor”, acotó.

 

Explicó que hay un sector de la población que tiende a adaptarse por conveniencia y otro que debe asumir las incomodidades por necesidad.

 

Bajo el sol

 

En las adyacencias del Supermercado Bicentenario, en Plaza Venezuela, más de cien personas entre hombres, mujeres, ancianos y niños intentaban resguardarse del sol con paraguas o improvisaban asientos con piedras y bloques mientras esperan. “¡Me salió un herpes de tanto llevar sol!”, exclamó una joven.

 

Fuera del establecimiento se dejan ver dos largas filas: una para los adultos de la tercera edad y otra para el resto de los compradores.

 

“Yo llegué aquí a las 5:30 de la mañana y mira a la hora que estoy saliendo (11:30 am), pero al menos conseguí lo que estaba buscando”, dijo una señora de más de 60 años en la salida del supermercado mientras cargaba pollo, papel higiénico, azúcar y mantequilla.

 

A medida que las personas van abandonando el sitio con las compras en mano, los demás clavan sus miradas en las bolsas y se preguntan si encontrarán lo que necesitan para el momento en que lleguen al final de la cola.

 

“Yo vivo en Guatire y ayer hice ocho horas de cola y cuando llegué se acabaron los pañales. Necesito pañales para mi hija”, dijo una mujer.

 

El pasado 23 de enero, una caravana de manifestantes opositores se acercó a las afueras del supermercado Excelsior Gama ubicado en la avenida Francisco de Miranda gritando: “Ustedes no merecen estar haciendo cola, Venezuela es un país rico”.

 

Algunas personas aplaudieron mientras otras vociferaron consignas oficialistas. Muchos destacan que estar en las colas no tiene que ver con ser parte de alguna postura política.

 

“Yo no estoy aquí porque apoye al Gobierno, sino porque tengo necesidad”, afirmó una mujer.

 

Culpas

 

El primer vicepresidente de la AN, Elvis Amoroso, refirió que las colas son una consecuencia de la llamada guerra económica.

 

“Cada vez que usted esté metido en una cola no le eche la culpa al Gobierno, échele la culpa a Fedecámaras”, dijo.

 

Para el sociólogo Trino Márquez la población debe trasladar su descontento al escenario político a través de una propuesta democrática incluyente.

 

 

Fabiana Renzullo

 

El Tiempo

Comparte esta noticia:

Contáctanos

Envíe sus comentarios, informaciones, preguntas, dudas y síguenos en nuestras redes sociales

Publicidad

Si desea obtener información acerca de
cómo publicar con nosotros puedes Escríbirnos

Nuestro Boletín de noticias

Suscríbase a nuestro boletín y le enviaremos por correo electrónico las últimas publicaciones.