Michael Jackson despertó repentinamente a las 04:30 horas del 19 de abril de 2009 y dijo: “¡te dije que no he podido dormir en toda la noche!”. Esta frustración marcó el inicio del fin del ícono del pop, mientras preparaba los conciertos de su regreso a los escenarios.
El deterioro del cantante está documentado en el juicio por homicidio culposo contra la promotora de conciertos AEG Live, cuyos argumentos finales comienzan este martes, para decidir si tiene responsabilidad en la muerte de Jackson por contratar, retener y supervisar negligentemente al médico Conrad Murray.
Los 83 días de testimonios terminaron este viernes con revelaciones sobre la búsqueda fatal de Jackson para poder dormir: él pidió el anestésico quirúrgico propofol, porque estaba convencido de que era la única cura para su insomnio.
Jackson murió 65 días después por una sobredosis del medicamento que Murray, según dijo, le dio a Jackson casi todas las noches durante dos meses para que se durmiera.
Fuente CNN