Alexander Borodai, autoproclamado primer ministro de Donetsk, se presentó ante más de 150 personas este lunes por la noche: «Aquí están las cajas negras» dijo mientras uno de los milicianos que responden a sus órdenes depositaba las dos
«Hemos decidido poner las cajas negras en manos de los expertos malasios», declaró la máxima autoridad de la autoproclamada República Popular de Donetsk (DNR), Alexandre Baradai, ante unos 150 periodistas presentes a la una de la madrugada en la sede de las autoridades rebeldes.
El coronel Mohamed Sakri, del Consejo de Seguridad Nacional de Malasia, señaló que las cajas estaban «en buen estado».
Un experto les dio las gracias a los separatistas: «En nombre del Gobierno malasio, agradezco al gobierno de la República de Donetsk que nos entregue las dos cajas negras que son propiedad de Malasia. No hemos encontrado las cajas negras del vuelo MH 370 y estamos contentos de poder recuperar éstas», dijo.
«Veo que las cajas negras están intactas y sólo tienen alteraciones menores», añadió.
Las grabadoras, una de las conversaciones de la tripulación y otra de los datos técnicos del vuelo, no son susceptibles de revelar el origen del misil que probablemente destruyó el avión cuando volaba a 10.000 metros de altitud.
Borodai anunció, por otra parte, una medida reclamada por la comunidad internacional desde la caída del avión para facilitar el acceso a los restos del aparato: «Vamos a ordenar un alto el fuego en un perímetro de 10 km alrededor» del lugar de la tragedia que ha dejado 298 muertos, dijo.
Qué hay en las cajas
Los Flight recorder son tan pequeños que entrarían en una caja de zapatos. Se guardan en la parte de atrás de los aviones, porque se especula que la parte delantera quedará en peores condiciones en caso de una caída. La caja está hecha de aluminio y diseñada para soportar un impacto masivo.
Si bien su color original era negro, para aumentar las posibilidades de localización se las comenzó a pintar de naranja fosforescente, de manera que respondan mejor a las búsquedas a cualquier hora y en cualquier superficie.
Mientras que en el caso del MH370, el vuelo de Malaysia Airlines perdido en el océano Índico cuyas cajas negras han sido rastreadas sin éxito, las autoridades esperaban encontrar datos que pudieran develar las incógnitas que aún persisten, esta vez la cuestión es bien diferente.
Los hechos consumados hacen presumir que los pilotos no han tenido oportunidad de prever la tragedia, y por lo tanto de intentar evitarla o bien enviar un mensaje de socorro a algún controlador cercano. Así, se estima que los diálogos del capitán Wan Amran Wan Hussin y su tripulación no arrojarán muchas novedades.
Se supone que la caja que graba los sonidos permitirá entonces escuchar un estallido repentino y con ello confirmar la teoría que indica que un misil derribó al Boeing 777.
Sin embargo, los diálogos con los controladores permitirán confirmar los motivos de los cambios de ruta, si es que los hubo. Según la endeble teoría rusa, presentada en la reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, ésta fue una de las razones por las que un misil impactó al la aeronave.
Por eso también será clave la otra caja, la que registra todos los datos de la aeronavegación. Con ella se podría reconstruir con precisión el patrón de vuelo. Esto es de vital importancia para confirmar cuál era la posición exacta del avión en el momento del impacto.
El tema ha suscitado polémica porque los rusos sostienen que estaba dentro de una zona roja, mientras que los datos de Eurocontrol dan por tierra con esa hipótesis al señalar que el Boeing volaba 300 metros por encima de la zona cerrada a los vuelos.
También el gobierno de Malasia ha rebatido la teoría del gobierno moscovita, presentando un comunicado con estadísticas contundentes y sentenciando que el hecho se trató de «un acto terrorista».
InfoBAE
