Investigadores de la Sección de Cardiología Geriátrica de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) fueron quienes en el 2015 confirmaron la existencia del síndrome del Bayés, una situación previa a la fibrilación auricular, la arritmia más frecuente en la práctica clínica.
“Este síndrome puede ser diagnosticado con un sencillo electrocardiograma, lo único que hay que hacer es fijarse en la onda P, el reflejo de la actividad auricular, una parte del electrocardiograma a la que frecuentemente se la presta muy poca atención”, así lo explicó ex presidente de la Sección de Cardiología Geriátrica de la SEC, Manuel Martínez Sellés.
En concreto, este síndrome se caracteriza por provocar un bloqueo interauricular, que es trastorno de conducción eléctrico entre las dos aurículas.
¿De dónde proviene el nombre de síndrome del Bayés?
Su nombre proviene de la investigación realizada en los años 70 por el cardiólogo barcelonés Antonio Bayés de Luna, primero en buscar analizar a profundidad la enfermedad. Ahora bien, la novedad de los datos a partir del estudio del 2015 se obtuvo luego de que participaran en la investigación 80 centenarios y 269 septuagenarios como grupo control.
“Ya sospechábamos que el síndrome de Bayés se asociaba a la edad, por ello nos pareció oportuno irnos a un rango extremo de edades, los centenarios”, ha señalado Martínez Sellés.
Dato de interés
El síndrome de Bayés está asociado a un mayor riesgo de infarto cerebral y demencia, debido a una probable relación con la liberación de trombos originados en la aurícula izquierda.
Los investigadores en la actualidad se encuentran estudiando los motivos por los cuales se produce la alteración electrocardiográfica que desencadena la enfermedad.
“El bloqueo interauricular posiblemente esté relacionado con el proceso de fibrosis de la aurícula, una degeneración frecuente en personas de edad avanzada”, ha destacado Martínez Sellés.
Los promotores de estas nuevas investigaciones están analizando la posible relación de este síndrome con la insuficiencia cardíaca y prevén un resurgir del interés por el electrocardiograma y, en particular, por la onda P que refleja la actividad auricular.
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Por Confirmado: María González
