En un entorno donde la caída de los ingresos –por la baja petrolera- ha recortado la asignación de dólares al aparato productivo, los cálculos de Ecoanalítica muestran que más allá del desbalance en la entrega de moneda extranjera, el Estado logró marginar la participación del sector privado, al tomar el control de 60% de las compras externas.
La cifra está contenida en el informe semanal de la consultora. Su director, Asdrúbal Oliveros, refiere que en vista de que la producción no ha crecido al ritmo de las necesidades de la población, el país ha “echado mano a los volúmenes de importación y estos se han elevado exponencialmente”, pero con las adquisiciones públicas creciendo en detrimento de las privadas.
Alude que en 2003 -año en que inició el control de cambio-, las compras en el extranjero del Estado no alcanzaban 15%, mientras las privadas se ubicaban en 85%. Acotó que en 2015 las importaciones públicas “pueden llegar a 60%”, del total y las privadas a 40%.
Sostiene que es un problema el dominio de los organismos públicos en este indicador, por lo “ineficientes” que son estas operaciones, ya que la firma estima que “alrededor de 40% corresponden a sobrefacturación”, es decir, que cerca de la mitad no se traducen en la llegada de productos terminados o materia prima al país.
La ineficacia del Estado importador fue subrayada por Oliveros. Mientras en 1998 cada kilogramo comprado en el exterior costaba $1,3, actualmente hay que erogar más de $4, “por los mecanismos de ineficiencia asociados al proceso de importar y la sobrefacturación”.
Ecoanalítica calcula que el monto liquidado cerrará 2015 entre $32 mil millones y $34 mil millones, una baja de 15% con respecto a 2014, pero un desplome de 42,3% frente al pico histórico de 2012, cuando las asignaciones superaron $59 mil millones.
