Pete Rose, la MLB y sus castigos ¿ejemplares?
diciembre 10, 2020 10:23 am

 

31 años han transcurrido desde que Pete Rose fuera vetado de por vida del beisbol de Grandes Ligas, luego de haber protagonizado un escándalo por apuestas que involucraba al equipo que dirigía en aquel entonces, el equipo de su vida, los Rojos de Cincinnati.

 

Rose admitió el haber participado en apuestas, aunque negó haberlo hecho en contra de su equipo. No obstante, siempre quedará la duda de si lo hizo o no. Lo cierto es que –sin duda– sus acciones requerían de una sanción ejemplar.

 

Por otro lado, una cosa debería ser la carrera como jugador y otra muy distinta la que construyó como estratega. Pete Rose es una leyenda viva del beisbol de todos los tiempos. Nadie, ningún mortal o inmortal (valga la referencia a los exaltados al Salón de la Fama), está ni siquiera cerca de sus cifras en hits conectados de por vida (4256); el más cercano en la lista es Ty Cobb (4189) y se retiró en 1928, lo que quiere decir que Rose quebró su marca para liderar la lista.

 

Vale recordar que Pete Rose jugó en Venezuela con el uniforme de los Leones del Caracas, durante la campaña 64-65; era el camarero titular de aquellos melenudos, dejando promedio de bateo de .351 y habiendo liderado la liga en carreras anotadas con 41.

 

Siempre polémico, siempre viviendo el beisbol al límite, con ese estilo agresivo que lo caracterizaba. El Rose manager fue acusado en 1989 de estar inmiscuido en apuestas ilegales a favor y en contra de su equipo; el involucrado llegó a un acuerdo con la oficina del comisionado (Bart Giammati) en el que aceptaba ser vetado del beisbol y la Major League Baseball no investigaría más a fondo. Hasta el sol de hoy la sanción sigue vigente, aunque a través de los años ha tenido uno que otro acercamiento.

 

¿Debería Pete Rose ser perdonado e ingresar al Valhalla del beisbol?

¿Una MLB más flexible?

El 13 de enero de 2020, AJ Hinch –que se desempeñaba como manager de los Astros de Houston– fue apartado de su cargo tras comprobarse que jugadores del equipo y miembros de su cuerpo técnico habían hecho trampa, estableciendo un sistema de robo de señas que notablemente les otorgaba cierta ventaja a sus bateadores y que además influía directamente en el juego.

 

Hinch no aprobaba tales acciones, sin embargo, tampoco hizo uso de la autoridad que como dirigente tenía para detenerlas, ni declaró explícitamente que no estuviera de acuerdo. El comisionado Rob Manfred lo criticó, alegando que el dirigente es responsable de que su equipo siga las reglas.

 

Por su parte, Álex Cora –mánager de los Medias Rojas de Boston– y otrora coach de banca de los Astros, también se vio salpicado en el escándalo. Cora habría participado en las actividades de robo de seña mientras formaba parte de la organización de Houston. Posteriormente, se confirmó que en su estancia con Boston, el equipo también estuvo implicado en una situación similar. No obstante, no se culpó de esto a Cora, aunque el comisionado lo criticó por no imponer el reglamento a sus jugadores.

 


El resultado de esto fue que tanto Álex Cora, también separado de su cargo por mutuo acuerdo, como Hinch fueron suspendidos del beisbol de Grandes Ligas por un año. Hoy por hoy, una vez cumplida las respectivas sanciones, Cora fue reasignado a su antiguo cargo como dirigente de los Medias Rojas, mientras que los Tigres de Detroit contrataron a Hinch como su nuevo timonel.

 

La cuestión es: La conducta antideportiva del mánager Pete Rose, una leyenda viva del beisbol, como jugador, es lo suficientemente grave como para execrarlo del beisbol para siempre; privándolo incluso de su derecho irrefutable de ser exaltado al Salón de la Fama. Pero basta con una sanción de un año para castigar lo hecho, o lo permitido, por Álex Cora y AJ Hinch.

 

Esta disyuntiva pone en tela de juicio muchos aspectos. Como por ejemplo, el hecho de que jugadores como Roger Clemens (siete veces ganador del premio Cy Young) y Barry Bonds (siete veces Jugador Más Valioso y líder de jonrones de todos los tiempos), todavía no acumulen los votos requeridos para ser inmortalizados en Cooperstown, por su relación con el consumo de sustancias prohibidas.

 

 

 

Fuente: Meridiano
Por: María Laura Espinoza
En Twitter: @i_am_LauEz14