Arriesgan la vida para mantener a su familia. El riesgo en su trabajo es mayor a cualquier otro. Por ello este domingo también se homenajea a los papás héroes, cuya labor no solo significa un beneficio para los suyos, sino para la sociedad entera.
Johan Cañizales, de profesión policía, tiene un niño pequeño. Comenta que a pesar de los riesgos que sabe que enfrenta diariamente, su motivación es su amor por si hijo y la vocación de seguir sus sueños. Desde pequeño siempre quiso ser policía, no sólo por perseguir o detener a un delincuente, sino también, para servir de ayuda en situaciones de riesgo que puedan ocurrir en la ciudad.
En su ejercicio policial, una de las actividades recientes que le marcó fue cuando le tocó ayudar a trasladar a los pequeños de la Fundación del Niño a un lugar seguro durante protestas. Era necesario evitar que los niños percibieran el humo de las bombas lacrimógenas y el de los buses quemados.
Elifelet Caro de 37 años de edad, es otro padre héroe. Tiene un hijo de seis años de edad y estrabajador en la sede de Bomberos de Maracaibo desde 1999, cuando entró como voluntario. Actualmente se desempeña en el área de educación, tiene la jerarquía de Sargento primero.
Elifelet junto a su hijo Efraín. Foto: Cortesía
En los inicios fue bombero voluntario en la unidad de control y extinción de incendios; luego, pasó por la unidad de rescate de víctimas y bienes y al ingresar a la institución como un empleado permanente lo hizo en el área de medicina pre-hospitalaria en las ambulancias.
“Todos los bomberos tienen riesgos cuando se atiende una emergencia, y aunque actualmente estoy en el área de educación, en cualquier momento inesperado debo atender una emergencia de gran magnitud, si así se precisa”, dijo Caro.
Este bombero es creyente de Dios, y está seguro que lo colocó en ese camino porque siempre le ha gustado ayudar sus semejantes. “Esa es una de las bases fundamentales para llevar acabo el servicio de ser bombero”, pues reconoce que los riesgos son inherentes a esta profesión, pero la vocación y la disciplina es lo que ha mantenido a Elifelet en este trabajo.
La posibilidad de muerte durante una jornada laboral es latente en una emergencia. Él sabe cuándo sale, pero no sabe con certeza si regresará. Sin embargo, se concentra en la aplicación de las técnicas que se deben emplear, por lo que el miedo pasa desapercibido.
“Mi motivación va más allá de recibir una retribución monetaria que por supuesto es necesaria para vivir dignamente. Se trata de aportar a la sociedad mis talentos en beneficio del prójimo, que se requieren, aunque no me gane un premio por hacerlo. Si volviese a nacer volvería a ser bombero”, añadió Elifelet.
Cuando sea grande, su hijo quiere ser como su papá, bombero.
Estos padres que lo dan todo, hasta poner en riesgo su vida para levantar a su familia, son héroes para sus hijos, razón por la que reconocemos a todos los que en beneficio del desarrollo y protección de los demás.
Fuente: Noticia Al Día
