El oro operaba sin mayores cambios el jueves, estable sobre los 1.330 dólares la onza, en medio de las preocupaciones por una posible cesación de pagos de la deuda federal estadounidense y la posibilidad de una paralización del Gobierno la próxima semana que podría impulsar la demanda por el metal.
El Congreso de Estados Unidos discute en un intento por aprobar un proyecto de ley de gastos para mantener al Gobierno financiado más allá del 1 de octubre.
El oro, considerado como refugio e inversión alternativa, subió a un nivel récord de 1.920 dólares la onza en septiembre del 2011, en parte debido a temores sobre la primera crisis del techo de deuda estadounidense, que fue resuelta a último minuto.
El oro al contado operaba sin cambios a 1.332,81 dólares la onza a las 0946 GMT, luego de avanzar casi un 1 por ciento en la rueda previa.
En Estados Unidos perdía 2,90 dólares la onza, a 1.333,40 dólares la onza.
El precio del lingote ganó más de un 4 por ciento la semana pasada después de que el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, se rehusó a comprometerse con el inicio de una reducción del alivio cuantitativo este año.
La política monetaria ultra flexible ha sido un motor clave para mayores precios del oro en años recientes debido a que mantiene la presión sobre tasas de interés a largo plazo.
Los inversores están esperando cifras económicas para determinar si el banco central podría o no comenzar a reducir sus compras de bonos este año.
Datos mejores a lo esperado probablemente volverán a encender las especulaciones de que la Fed podría anunciar una reducción de sus estímulos en diciembre, o incluso el mes próximo, lo que fortalecería al dólar y pesaría sobre los precios del oro.
En otros metales preciosos, la plata subía un 0,3 por ciento, a 21,81 dólares la onza.
El platino al contado caía un 0,1 por ciento, a 1.424,50 dólares la onza, mientras que el paladio al contado avanzaba un 0,1 por ciento, a 721,22 dólares la onza.
Fuente: Agencias
