Nadie duda que solo altísimos pesos pesados pudieron montar esas maletas en el avión de Air France. Todo el mundo imagina que solo personajes muy influyentes pueden garantizarle a los pranes el estilo de vida que llevan dentro de los penales.
Es de conocimiento general que hay un mercado secundario de divisas, escondido pero fértil, alimentado principalmente por boliburgueses con acceso a dólares preferenciales enchufados en lo más arriba del gobierno nacional. Es evidente que sólo un tipo poderoso puede garantizar que una carga marítima ingrese al país en momentos en los cuales las aduanas han estado paradas por más de 3 meses.
Cómo ven, todas las irregularidades… apuntan hacia arriba, de suerte que pareciera que los altos mandos, civiles y militares… están tocados por intereses muy fuertes, muy poderosos, muy adinerados. El problema moral está enquistado en lo más profundo y campea en lo más arriba. Eso da idea de cuán extendida está la cosa.
Por otro lado, la agenda del gobierno es fundamentalmente escapista. En medio del agobio económico lo que le ocupa a sus voceros es JJ Rendón, un supuesto golpe, los insultos a Bocaranda por revelar un incidente real, el premio a la foto más chévere, el sempiterno intento de asesinato cuyas pruebas nadie ha visto y la mudanza de unos presos que dejaron un armamento impresionante que deja entrever la cantidad de lo que cargaron consigo. Ciertamente, ésta es la agenda política de un gobierno no sediento de logros sino en constante despliegue electoral.
Finalmente, internamente, el gobierno se nota fracturado y en permanente juego de pesos y contrapesos. Por eso Maduro amenaza pero no termina de actuar, ofrece para finalmente no dar y aparenta tener lo que no puede exhibir: poder… como lo tuvo Chávez. Lamentablemente, al mismo tiempo, la oposición se ve debilitada, desinflada en su mensaje, desorientada y jugando a insistir en lo electoral como única salida. Esto último la convierte en espectadora y no protagonista de un juego a bandas que alguien debe estar jugando en una arena muy particular.
Entonces, querido lector, unamos los extremos. Si la corrupción está extendida a partir de lo más alto, si el interés es mantener el poder y por eso la agenda del gobierno sigue siendo electoral y, por último, se trata de un gobierno endeble, sin mucha capacidad de maniobra por sí mismo y con base erosionada… estamos ante un castillo de naipes que puede sucumbir ante cualquier soplido… pero quien sople puede ser el más malandro de los que mandan actualmente o quien más apoyo consiga o quien más poder alcance o… y es lo menos probable, quien mejor esté moviendo las piezas institucionales para que se concrete un cambio positivo para el país. Es decir, querido amigo… que cuando Maduro habla de un golpe… habla de un golpe planeado desde adentro… de sus propias filas, de un nivel tan alto como el suyo de un puñado de intereses con poder temible… o habla… de él mismo.
¿Qué está pasando realmente en Venezuela? ¿Quiénes terminarán siendo los factores decisivos de nuestro futuro? La respuesta pueda ser terrible. Todo, pobredumbre, política y conspiración, parecen salidos del mismo sitio: de muy arriba.
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Por Nitu Pérez Osuna
