Pdvsa es una empresa muerta. No tiene crédito y una empresa sin crédito no tiene vida. Pero además Pdvsa es una empresa totalmente en quiebra.
Está quebrada financieramente. Acumula una deuda de más de 60 mil millones de dólares mientras tiene ya tres años arrojando pérdidas en sus ejercicios fiscales. En cualquier escenario previsible de precios petroleros, no generará renta, lo que significa que entró en la senda de la ruina.
Esta quebrada operacionalmente. Manejada por mafias corruptas y depredadoras, que respaldadas desde el más alto gobierno, canibalizó las inversiones en mantenimiento, operaciones y desarrollo. Sus gerentes y empleados ganan apenas un poco más de una decena de dólares al mes. Sufre de constantes accidentes laborales y paradas de equipos y plantas. Acumulan un impresionante récord de daños geológicos a yacimientos. Carece de capacidad exploratoria. y de mantenimiento de pozos. No realizan trabajos de investigación y desarrollo. No tienen la cultura gerencial basada en el mérito y sus evaluaciones periódicas. Tienen un bajísimo índice de barriles producidos por empleado.
Está quebrada reputacionalmente. Incumple con los contratos comerciales, con las leyes, incluso laborales y de ambiente, con los mercados financieros. Está investigada internacionalmente por presunta participación en esquemas de corrupción, lavado de dinero y participación en narcotráfico. Su máxima gerencia carece de conocimientos y experiencia en el área. Está siendo militarizada.
¿Es posible recuperar Pdvsa? No. ¿Es posible recuperar la industria petrolera nacional? Si.
El petróleo sigue en el subsuelo, pero sólo es posible transformarlo en riqueza mediante empresas que sepan hacerlo, y la estatal petrolera demostró que no. Se necesita un cambio urgente de gobierno, para que basados en los mercados y los derechos de propiedad, se puedan atraer millones de dólares de capital privado para explotar rentablemente esos recursos, que paguen impuestos y que la nación venezolana reciba un justiprecio por el petróleo que aporta. Y para ello es necesario una reforma político-institucional, una reforma urgente, ya que a las mafias en el poder les importa nada los venezolanos, sólo atienden a sus intereses.
David Morán Bohórquez
