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La fórmula socialista está registrada

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La fórmula socialista está registrada

Estamos produciendo apenas la mitad de lo que podemos producir como país

 

Dos empresas más han decidido cerrar operaciones en Venezuela en la última semana. De nada han servido hasta la fecha las múltiples reuniones que ha efectuado el gobierno nacional con el sector industrial del país cuando fueron convocados a un «diálogo» al que no se le conocen aún resultados concretos que permitan generar las condiciones necesarias para que se reactive todo el aparato productivo nacional y se genere dos cosas fundamentales en un país: empleo y producción nacional (aquí generamos lo contrario: burocracia descomunal e importación de todo).

 

Clorox de Venezuela, importante fabricante de productos para limpieza del hogar (filial de una transnacional gringa del mismo nombre), mediante un comunicado señaló que la causa del cierre ha sido la inviabilidad de seguir fabricando productos a pérdida como consecuencia del control de precios aplicado en el sector durante los últimos tres años. Suramericana de Soplados, fabricante de tanques de gasolina para carros, ha señalado que cierra sus puertas porque las ensambladoras están en crisis; es decir, no tiene a quién venderle los tanques que fabrica pues no se están ensamblando carros en el país a los niveles que solía hacerse.

 

El costo

 

La respuesta oficial no se hizo esperar. El gobierno nacional anunció la ocupación de las plantas de Clorox para mantener la nómina de empleados bajo lo que denominan la Fórmula Socialista: «empresa abandonada, empresa tomada por la clase obrera con el apoyo del gobierno revolucionario». ¡Bravo! Más empresas improductivas en manos del Estado que ahora tendrá que asumir el costo de la operación y la nómina por no haber corregido a tiempo las fallas para que ésta u otras cientos de industrias no quebraran.

 

Conforme a las cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), sólo entre julio del 2013 y julio del 2014, el sector privado en nuestro país se redujo de 471.851 a 394.012 empleadores (un 16,5%). Interesante sería ver esta misma cifra desde el año 2000 y más interesante aún totalizar cuánto ha absorbido y crecido el monstruo del Estado con la «Fórmula Socialista».

 

Veamos un ejemplo de la improductividad de esta «maravillosa» fórmula. En el 2008, la cementera Cemex produjo 4,5 millones de toneladas de Clinker, que constituye la materia prima fundamental para el cemento. Este año a duras penas Venezolana de Cementos (ex-Cemex nacionalizada por la revolución) llegará a producir 2,3 millones de toneladas. Si se analizan las cifras de Lácteos Los Andes, Sidor o Fama de América, por sólo nombrar otras tres, pasa exactamente igual: producen muy por debajo de lo que solían producir antes de pasar a ser administradas por el Estado venezolano.

 

Conforme a las cifras que aporta Conindustria este año, el más crítico que hayamos tenido en el sector industrial, la capacidad de producción está ubicada en apenas un 50,49%. Es decir, estamos produciendo apenas la mitad de lo que podemos producir como país. Las causas: falta de divisas para importación de los insumos necesarios para la fabricación de productos «hecho en Venezuela», inexistencia de materia prima nacional y la inmensa incertidumbre que crea el gobierno al anunciar reformas económicas que nunca llegan.

 

¿Crecimiento?

 

Los únicos negocios que han crecido exponencialmente en Venezuela son los financieros (no productivos) y los ilegales (juegos cambiarios que han hecho muy ricos a muy pocos y bien conectados personajes). Con eso no se crean nuevos empleos ni se genera riqueza para el país ni su población. Se aumenta a diario la burocracia estatal, se queman las divisas que nos ingresan en importación de productos extranjeros que podrían producirse aquí, se enriquece a empresarios extranjeros y se lleva a la quiebra a los empresarios serios nacionales que quieran producir y generar empleos.

 

La «Fórmula Socialista» del gobierno revolucionario merece un reconocimiento internacional. Por supuesto, hay varios países que votarán a favor de premiarnos por tan «mágica» fórmula: Argentina, Brasil, Rusia, China, Uruguay, Bolivia, un largo etcétera y, por supuesto, ¡Cuba!, que no produce nada, pero que nos ha dado de todo.

 

Preocupado como siempre por los asuntos legales del Estado venezolano, ya indagué y me confirmaron que podemos dormir tranquilos: ¡El gobierno revolucionario ya registró la patente de la «Fórmula Socialista» y tenemos los derechos de autor muy bien protegidos! Así, cuando cualquier otro gobierno del mundo quiera copiarse nuestra exitosa fórmula y aplicarla para obtener nuestros increíbles números de producción nacional, tendrá que pagarnos el Copyright y nos ingresarán algunas divisas adicionales para seguir alimentando este despelote nacional.

 

gblyde@gmail.com

 @GerardoBlyde

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