Un alto jerarca del partido de gobierno, ministro de varias carteras y parlamentario, declaró que se oponían al referendo revocatorio presidencial en defensa de su derecho a gobernar. Como si la Constitución les negara ese derecho al consagrar esa institución. En democracia, es el pueblo el titular del derecho a poner y quitar gobernantes y representantes. Que ya lo dice la propia definición constitucional de nuestro sistema de gobierno: “democrático, participativo, electivo, descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de mandatos revocables”. Lo que pasa es que algunos son como ciertos dueños de casinos, que les gusta el juego, pero con los dados cargados. Y se equivocan.

Los que gobiernan tienen derecho a hacerlo mientras los venezolanos así lo dispongan, a través de los medios democráticos establecidos. No vale poner o sacar del poder a nadie por la fuerza, como ellos trataron y alguna vez lo intentaron contra ellos.

Pero en cuanto a la relación entre derecho y gobierno, hay cosas que van primero y por encima del mandato que reciben temporalmente unas personas. Me refiero a dos: el derecho de los pueblos a ser gobernados, y la garantía de que el poder actúa conforme a derecho.

La gente tiene derecho a ser gobernada. Esto es, a que el poder garantice seguridad a su vida y a sus propiedades, grandes o pequeñas. Que pueda trabajar honradamente, ganarse el sustento, prosperar para vivir cada vez mejor, porque al lograr eso, muchos más se benefician del bienestar generado. Tiene derecho a que el gobierno adelante políticas económicas que favorezcan la producción, protejan la moneda, lo defiendan de la escasez y la inflación. Políticas sociales a favor de la salud, la educación, el trabajo, el deporte, la recreación. En resumen, tiene derecho a vivir y progresar en paz. Sin divisiones, sin discriminaciones, sin exclusiones.

Los venezolanos, como cualquier pueblo del planeta, tenemos derecho a que el poder que se ejerce en nuestro nombre actúe dentro de la Constitución y las leyes. No abuse, no se desvíe, no se corrompa. Esté al servicio de todos y no sea privatizado en interés de un grupito. Que se gobierne sometido al derecho y así se garanticen la paz, la convivencia, la libertad y la justicia.

Esos derechos defendemos. Pacífica, democrática, constitucional, electoralmente. Queremos ejercer el derecho a revocar a quienes pudiendo, no gobiernan, y debiendo, no se someten al derecho.

 
Ramón Guillermo Aveledo