La Constitución actual es más cuidadosa de los derechos humanos, más descentralizadora y más presidencialista que la anterior
En la Constitución el Legislativo es el primer poder del Estado. Esa tradición viene del Congreso que proclamó la Independencia en 1810 y dictó la primera carta fundamental en 1811. Tal sitial formal se debe a que es la voz permanente del pueblo en el poder, porque expresa la pluralidad nacional que es un valor constitucional y porque la participación completa la representación, jamás la excluye.
La Constitución actual es más cuidadosa de los derechos humanos, más descentralizadora y más presidencialista que la anterior; también disminuye el peso del Parlamento, pero eso no quiere decir que se trate de un órgano sin importancia, como podría deducirse de su desempeño secundario. La Constitución es uno de los pocos espacios de encuentro de todos los venezolanos y hay que defenderla a toda costa. Si se cumpliera, ya ganaríamos mucho, y en el equilibrio de poderes que diseña, la Asamblea juega un papel crucial para que funcione bien el Estado democrático y social de derecho y de justicia.
La Asamblea tiene funciones políticas como representar las regiones y las distintas opiniones políticas, deliberar que es práctica republicana esencial y orientar políticamente al Estado y la nación, pues es foro para que el Gobierno informe y explique, y la oposición cuestione, vigile y exija.
A la Asamblea toca hacer las leyes y decidir, por tres quintas partes, cuando entrega tal facultad al Presidente, algo que exige mucha responsabilidad y que ha ocurrido con ligereza por mera lealtad partidaria. Que el país tenga legislación pertinente y de calidad depende de eso. También tiene facultades en materia de enmienda y reforma constitucional, e incluso puede convocar a una Constituyente.
Tercera e importantísima es la familia de actividades contraloras de la AN. Controla en lo político y lo administrativo. Aprueba el presupuesto, los créditos adicionales y el endeudamiento. Interpela, pregunta, investiga y puede censurar, y provocar la remoción, del Vicepresidente y de cualquier ministro si no cumple.
Por si fuera poco, designa miembros del TSJ y el CNE, y titulares de la Fiscalía, la Contraloría y la Defensoría del Pueblo. Es mucho poder. Piénsalo. ¿Estás satisfecho?
El año que viene elegiremos una nueva Asamblea. Tu voto puede hacer la diferencia.
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