Nicaragua ejecuta una modalidad inédita de represión: apresar familias completas

Nicaragua ejecuta una modalidad inédita de represión: apresar familias completas

La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha cruzado un umbral en sus métodos represivos. Ahora las redadas alcanzan a familias enteras. Hombres, mujeres, hijos, cuñados y hermanos son arrestados en simultáneo, sin orden judicial, sin explicación y, en la mayoría de los casos, desaparecidos sin dejar rastro.

El Monitoreo Azul y Blanco, un observatorio ciudadano que documenta violaciones de derechos humanos, ha registrado al menos siete núcleos familiares apresados, cinco de ellos capturados entre julio y agosto de 2025.

“Ahora encarcelaron a familias enteras de una sola vez, y por eso lo resaltamos en el informe”, explica Claudia Pineda, vocera del Monitoreo Azul y Blanco. “La captura de familias completas genera un mayor nivel de temor en la ciudadanía. Realmente, sentido no tiene. Puede ser que luego los acusen de conspiración o de algo parecido, para justificar que apresaron a un grupo entero, pero no sabemos qué va a pasar. Solo podemos intuir razones, porque información oficial no tenemos”.

El régimen de Ortega y Murillo ya había encarcelado a parientes de perseguidos políticos con el propósito de forzarlos a entregarse a cambio de la libertad de sus seres queridos. Esta práctica, que convierte a los familiares en rehenes del poder, forma parte de un patrón común en regímenes autoritarios, como Corea del Norte, China o Eritrea, entre otros, donde la culpa se extiende por sangre y no por actos individuales.

El coronel en retiro Carlos Brenes Sánchez, detenido junto a su esposa Salvadora Martínez.

 

La familia Brenes Martínez

El coronel en retiro del Ejército Popular Sandinista, Carlos Brenes Sánchez, y su esposa Salvadora Martínez, fueron capturados el 15 de agosto en su finca entre Masatepe y Jinotepe.

El operativo se realizó sin orden judicial. Policías y paramilitares rodearon la propiedad, irrumpieron y se llevaron a la pareja sin dar explicación a sus familiares. Desde ese día, ambos permanecen en condición de desaparición forzada.

Brenes, de 70 años, es una figura histórica del sandinismo. Combatiente de la insurrección de Masaya en 1978-1979, jefe militar del Frente Interno, se retiró del Ejército en 1994 con el grado de coronel. Posteriormente fue fundador y coordinador del Grupo Patriótico de Militares Retirados, que cuestionaba el rumbo autoritario de Ortega.

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