Es muy excepcional que Nintendo mezcle su icono Mario con personajes de otras compañías. Y más excepcional todavía que no ejerza un control absoluto sobre la obra. La apuesta era arriesgada, pero «Mario + Rabbids Kingdom Battle» ha salido bien, porque ha buscado su propia personalidad como juego sin perder la identidad del universo Mario.

La compañía francesa Ubisoft, responsable del juego, ha sabido mezclar sus «rabbids», una plaga de alocados conejos antropomorfos, dentro del mundo de Mario, tan reconocible. Alejado de las plataformas que han dado fama al popular personaje de la compañía japonesa, el título es un notable juego de estrategia por turnos, con los elementos caricaturescos de ambos: el heroísmo propio de los Mario, y el caos y humor de los traviesos personajes de Ubisoft.

Una gamberrada de los «rabbids» les teletransporta al mundo de Mario, que debe deshacerse de su desestabilizadora presencia. Los conejos cuentan con su disparatado armamento tecnológico futurista, incluida una pistola capaz de fusionar todos los elementos, la excusa perfecta para el cóctel de ambos mundos. El combinado incluye la versión «rabbid» de Luigi y la Princesa Peach, convertidos en parodia, pero fundamentales para superar la aventura, dispuesta en diferentes mundos, cada uno de ellos con pantallas divididas en ordenados encuentros conflictivos con los agresivos y disparatados conejos.

La superación de los desafíos depende del uso inteligente de los recursos, especialmente las armas, y los momentos de ataque y defensa en los combates por turnos. No es suficiente con atacar con todo. Importa pensar la jugada, cubrirse, esconderse y huir si es necesario. Es, ante todo, un juego táctico, con suficiente profundidad y momentos de auténtica dificultad, pero sin dejar a nadie atrás.

Unos gráficos coloristas y luminosos completan un juego notable, capaz de combinar el humor y la diversión con planteamientos de pura estrategia.

ABC

Por Confirmado: Gabriella Garcés