La verdad sobre el mito más grande de la tecnología

La verdad sobre el mito más grande de la tecnología

Muchos optimistas están convencidos de que la tecnología puede cambiar la sociedad. Pero la realidad es mucho más interesante.

 

Durante una conferencia a finales de 1968, el sociólogo estadounidense Harvey Sacks abordó una de las grandes fallas de los sueños tecnocráticos.

 

Muchos optimistas están convencidos de que la tecnología puede cambiar la sociedad. Pero la realidad es mucho más interesante.

 

Durante una conferencia a finales de 1968, el sociólogo estadounidense Harvey Sacks abordó una de las grandes fallas de los sueños tecnocráticos.

 

Pero el desarrollo de esa historia no llevó tanto una «nueva organización de la sociedad», sino a que se vertieran las conductas humanas existentes en moldes nuevos: nuestra bondad, esperanza y caridad; nuestra codicia, orgullo y lujuria.

 

La nueva tecnología no trajo consigo una revolución repentina. En vez de eso, hubo un denodado esfuerzo para ajustar la novedad a las normas existentes.

El más feroz de los primeros debates sobre el teléfono, por ejemplo, no tenían que ver con la revolución social sino con la decencia y el engaño.

 

¿Qué significaba el acceso de interlocutores invisibles a la santidad de la casa? ¿Qué implicaba para los miembros del hogar que eran crédulos y corruptibles, como las mujeres y sirvientes? ¿Era deshonroso charlar si uno no estaba vestido apropiadamente?

 

Tales eran las preocupaciones cotidianas de los usuarios de teléfono en el siglo XIX, que eran correspondidas por las empresas teléfónicas que intentaban garantizar el decoro de sus abonados.

 

Como Sacks también dijo, cada nuevo objeto es, por encima de todo, «una oportunidad para volver a ver lo que podemos ver en todos lados», y quizás el mejor objetivo de cualquier escrito sobre tecnología es tratar a la novedad no como un fin sino como una oportunidad para reexaminarnos.

 

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BBC Mundo.

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