La Venezolana vendió carros pese al finiquito de los chinos

La Venezolana vendió carros pese al finiquito de los chinos

El Concesionario La Venezolana ofreció carros aun después de que las fábricas chinas le revocaran los contratos. Dos meses antes de que la empresa fuera intervenida, las marcas Brilliance, Kawei y Zotye pasaron por escrito la suspensión de los acuerdos, a través de la empresa Forza Motors Group, compañía colombiana que cedió los derechos para vender esas marcas en el mercado venezolano.

 

«Se determinó por las plantas suspender cualquier proceso de despacho de los vehículos solicitados hasta tanto no existiera plena claridad en cuanto al pago de dicha mercancía», participó Forza Motors Group en una carta que enviaron el pasado 10 de marzo a los accionistas de La Venezolana y que ahora hacen pública, para señalar que también son parte afectada.

 

Si bien en septiembre de 2013 firmaron y notariaron un acuerdo comercial en Bogotá, insisten en que también fueron estafados por Concesionario La Venezolana. «Somos otro afectado más pero a nivel macro», dice el director de Operaciones, Luis Armando Maita, vía telefónica desde Bogotá. «Llevaban ocho meses vendiendo humo».

 

Las cosas venían mal desde noviembre de 2013, cuando pasaron una carta en español a nombre de Kawei, para cambiar las cláusulas debido a los retrasos en los pagos: «La representación exclusiva de Kawei se mantendrá a nombre de Forza Motors Group USA Llc y/o Jorge Arévalo quienes podrán designar, a su discreción, como representante exclusivo a cualquier empresa venezolana».

 

Estacionados en China

 

El vicepresidente de La Venezolana, José Ramón Briceño, en septiembre de 2013 selló el acuerdo en Colombia y un mes después cerró la negociación en China para tener la exclusividad con las tres automotrices gracias a la intermediación de Forza Motors Group.

 

Con los contratos firmados pactó la compra de 1.382 carros valorados en 14,8 millones de dólares, pero solo cancelaron 1,9 millones. Desde China, finalmente, despacharon un lote pequeño de autos.

 

Reconducir la negociación

 

En su única presentación en público, el presidente de La Venezolana, Jhon Quiroz, declaró el pasado 20 de mayo que los carros habían empezado a llegar a los puertos. En paralelo, la empresa publicó un comunicado en el que aseguraba que compraron 162 carros a Zotye y que otros 1.100 estaban por arribar al país. Fue la única respuesta que ofreció la empresa luego de que el Ejecutivo nacional el 17 de mayo los acusara de haber estafado a casi 6 mil personas.

 

Pero la mayoría de los carros que pactaron en las negociaciones con las tres automotrices se quedaron estacionados en las plantas. Brilliance resolvió vender un buen lote a otros países, pero en Kawei aun tienen 400 de los vehículos -originalmente producidos para La Venezolana- en sus instalaciones.

 

En Colombia plantean ofrecérselos nuevamente a los estafados. «Los afectados nos han contactado para ver si enviamos sus carros», dice el director de Operaciones de Forza Motors Group, Luis Armando Maita. «Sabemos que estas personas están huérfanas y estamos dispuestos a sentarnos a negociar, más no a tocar el dinero de gente que ya fue estafada; allá el Gobierno cómo establezca los mecanismos de cobro».

 

Aunque no ha precisado montos ni propiedades, la Fiscalía General de la República ha dicho que congelaron y enajenaron las cuentas y los bienes de los dueños de La Venezolana. Algunos de los afectados plantean la idea de continuar la compra de los carros a Forza Motors Group. «Apelamos a sus buenos oficios y voluntad, a fin de que nos sirva de interlocutor ante las autoridades de nuestro País y consustancialmente obtenga la solución efectiva de traer nuestros vehículos», indica una carta colgada en la cuenta de Facebook de un grupo que se presenta como Alternativa Caso La Venezolana.

 

«Se nos está diluyendo el tiempo y yo me preocupo por mi pequeño capital», comenta Nallybe Ortiz en nombre de ese grupo. Pero desde Facebook, en el grupo Clientes Caso La Venezolana manifiestan dudas frente a la alternativa, «por propuestas promovidas insistentemente a través de supuestos afectados con identidades no comprobadas».

 

 

Fuente: EU

Comparte esta noticia: