A las puertas de un nuevo proceso de elecciones, la cuarta en menos de un año que se realiza en el país, el ambiente electoral se ha tornado frío, con una precampaña de bajo perfil.
Cuarenta y cinco días han transcurrido desde que el Consejo Nacional Electoral (CNE) cerró el lapso de postulaciones y los candidatos por ahora se encuentran acoplando sus estructuras partidistas internas, armando sus comandos de campaña y aglutinando fuerzas, algunos negociando con aquellos que lanzaron sus candidaturas aparte, pues tienen hasta noviembre para hacer modificaciones.
Tanto el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) como la Mesa de la Unidad Democrática se encuentran en esta primera fase recorriendo el país reuniéndose con la maquinaria. No será sino hasta el sábado cuando la oposición reunida en la MUD arranque su ofensiva rumbo al 8 de diciembre con un acto liderado por el excandidato presidencial, Henrique Capriles, en Parque Miranda, en Caracas. Mientras que el Gran Polo Patriótico hizo lo propio, la semana pasada, en el Teatro Municipal, con una actividad con los gobernadores y los candidatos a alcaldes en la que estuvo presente el presidente Nicolás Maduro.
Conocedor del tema electoral, Germán Yépez, rector jubilado del CNE, reconoció que en este momento el ambiente de precampaña se enfrió producto, en parte, de un cansancio electoral que viene de los tres procesos anteriores y de una elección local que resulta poco atractiva a los votantes. Yépez cree que será en octubre cuando las organizaciones políticas y los candidatos empiecen a calentar la calle con sus propuestas.
“Tienen una responsabilidad las fuerzas políticas nacionales y sus expresiones regionales de hacer un esfuerzo todo el mes de octubre de incentivar la precampaña que no es otra cosa que la colocación de los rostros de los candidatos, sus elementos discursivos, su propuesta política municipal para que noviembre les sirva como el gran remate publicitario de lo que ya han venido colocando en la conciencia de los electores, que es su imagen asociada a la propuesta política. Todavía hasta esta semana las opciones políticas han estado visitando las regiones, ratificando los apoyos, aclarando cuáles son las opciones que apoyan”, explicó.
Según el cronograma del CNE, la campaña oficial arranca el 16 de noviembre y tendrá una duración de apenas 20 días, hasta el 5 de diciembre, un poco corta si se compara con un proceso electoral nacional.
“El CNE todavía no ha autorizado la campaña y eso hace que las fuerzas políticas estén reservando sus recursos económicos a lanzarse con mayor intensidad, desde el punto de vista de la propaganda, en ese último mes que es noviembre y unos cuantos días de diciembre”, agregó Yépez.
Desde la firma Datanálisis, su presidente, Luis Vicente León, afirmó que esta precampaña servirá para alistar el terreno electoral y calentar los motores. “Ahora mismo los partidos se encuentran en una fase en la que priva el trabajo operativo porque aún sin salir mucho a las calles cada aspirante está en un cara a cara con sus localidades y cuando llegue la campaña macro tanto Capriles como Maduro saldrán a respaldar a sus cuadros”, dijo.
Si bien es cierto que el órgano electoral no ha oficializado la campaña, el analista Henry Vaivads, profesor de LUZ, sostuvo que se han observado algunos excesos en este lapso.
“Normativamente todavía no se ha dado inicio a la campaña electoral, eso obliga a los distintos actores a ser comedidos en las actividades políticas que realizan para no ser sancionados por el órgano electoral, pero yo diría que se están cometiendo algunos excesos. Cuando uno observa la ciudad de Maracaibo llena de vallas de candidatos a la Alcaldía están violando los reglamentos electorales en materia de campaña. En lugar de una campaña fría yo pienso que más bien está sobredimensionada”, opinó el catedrático.
Con la salida de la MUD a la calle, luego del acto del sábado, sin duda la campaña comenzará a calentarse en ambos bandos políticos. El CNE también hará lo suyo, pues está preparando desde el 1 de noviembre su acostumbrada feria electoral con la que piensan incentivar la votación de una elección cuya participación generalmente llega apenas al 50%.
Fuente: Panorama