Los medios estadounidenses lo adelantaron la noche del lunes y el martes se confirmó: Nicole Kidman y Keith Urban se separan tras 19 años de matrimonio.
La demanda de divorcio fue presentada por la actriz, quien alegó diferencias irreconciliables. Asimismo, se conoció que aunque la intérprete luchó por “salvar su matrimonio”, la ahora expareja vivía separada “desde principios del verano” e incluso algunas fuentes han afirmado que el cantante de country ya tiene un nuevo romance.
Pese a todo, Kidman y Urban han logrado ponerse de acuerdo en varios asuntos, entre ellos la custodia de sus hijas Sunday Rose (17) y Faith Margaret (14), quienes pasarían 306 días con su mamá y 59 días con su papá. Además, todas las decisiones importantes relacionadas con ellas las tomarán en conjunto.
Otro tema que salió a la luz es el relacionado con una cláusula prenupcial por la cual la actriz tendría que pagarle varios millones a Urban por el divorcio.
Cabe recordar que Kidman y el cantante se casaron en 2006, solo un año después de haberse conocido. Y aunque desde afuera se veían como una de las parejas más sólidas del mundo del espectáculo, lo cierto es que durante su relación tuvieron que enfrentar algunas dificultades, entre ellas la adicción al alcohol y las drogas de Urban.
Por esta razón, la pareja firmó un acuerdo prenupcial que contenía un compromiso que diversos medios han bautizado como “cláusula de la cocaína”, la que fijaba el pago de 600.000 dólares por cada año de matrimonio en el que Keith Urban se mantuviera alejado del consumo de alcohol y drogas.
De esta manera, de confirmarse que el cantante cumplió el compromiso durante los 19 años en que estuvo casado con la actriz, Urban podría recibir alrededor de 11 millones de dólares en el proceso de separación.
CNN