Las aparentes diferencias tácticas que dividen en este momento a la oposición venezolana, entre los que buscan el diálogo con el Gobierno de Maduro y los que quieren llevarlo a la renuncia a través de la protesta sostenida en las calles, se podrían sintetizar en una frase lapidaria de JJ Rendón: «Mi oposición al régimen de Maduro es radical, en el sentido de que es pura, pero no irracional».
De esta manera es cómo el estratega venezolano entiende el momento crítico por el que vive su país, sobre todo después del triunfo del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien ganó la reelección.
Rendón esgrime, como prueba de su pragmatismo, un argumento que, a su manera de ver, es irrefutable: «la balanza comercial está a favor de Colombia. Venezuela tiene un aparato productivo destruido. No se consiguen carne, ni pollo, ni leche, ni cerdo, ni nada. Dónde pueden comprar todos estos productos los venezolanos, en Colombia. Cierran la frontera y se arruinan».
Sin embargo, Rendón fue también asesor del expresidente Alvaro Uribe, quien en los días finales de su presidencia llevó la tensión con Venezuela hasta el punto que hubo desplazamiento de tropas, ordenado por el presidente Hugo Chávez, y suspensión de relaciones diplomáticas entre los dos países. «Le dije a Uribe cientos de veces: yo no me voy a poner en una posición extremista, que vamos a ir a una guerra, pero qué es eso, si somos pueblos hermanos», puntualiza el estratega venezolano, quien señala, además, que «gente seria» en la oposición lo considera un colaboracionista porque ayudó a reelegir a Santos, a quien consideran comunista.
«Visto desde afuera, como analista, me parece que [Santos]está haciendo lo que un buen presidente debería hacer, pensando en su país primero, y después en sus posiciones personales. Visto como opositor, creo que es mucho más sano para los venezolanos que, en vez de estar pidiéndole a un señor del otro lado de la frontera que vocifere, nosotros hagamos lo que tengamos que hacer para liberar a nuestro país». No cree, por lo tanto, que la comunidad internacional acepte golpes de estado, protestas violentas, asesinatos, o grupos de conspiradores armados como formulas viables en Venezuela. «Toca esperar y aguantar», advierte.
No cree, por lo tanto, que la comunidad internacional acepte golpes de estado, protestas violentas, asesinatos, o grupos de conspiradores armados como formulas viables en Venezuela. «Toca esperar y aguantar», advierte.
La paz
En el tema del polémico proceso de paz que se lleva a cabo en La Habana, entre los representantes del gobierno de Santos y los de la guerrilla de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), JJ Rendón defiende estos diálogos porque son » un proceso que le resuelve el problema a los dos paises», anota.
En ese sentido, cree que al desactivar tanto a ese grupo armado como al ELN, se disminuyen el negocio del narcotráfico y otros problemas, «al márgen de que se haga en Cuba y con los comunistas, pero ¿Con quién se hace la paz si no es con los enemigos?»
El tema de las conversaciones también se hace extensivo a Venezuela. A pesar de que considera que en ese país lo único posible es un cambio de sistema, de régimen, porque el modelo impuesto ha sido «un fracaso», como lo advierte Rendón, también es de la idea que en un proceso de transición, «algunos de los que son políticos tendrán que pagar el costo. A mi, en lo personal, no me gustaron los diálogos entre el Gobierno y la oposición, pero como estratega debo entender que no te puedes saltar los diálogos, a ellos hay que asistir. Tienen tanto sentido como la calle».
¿Estratega en Colombia?
El Partido de la U, la colectividad fundada por Uribe, con la que Santos llegó la primera vez al poder en 2010, obtuvo en las pasadas elecciones legislativas mayoría en el Congreso, y ahora, en su triunfo en la reelección, es parte de una coalición más amplia, en la que está presente la izquierda.
«Hemos ganado todas las elecciones juntos», explicó Rendón, y aclaró que lo que pasó tanto en la primera como en la segunda vuelta, ya estaba diseñado en la estrategia que había presentado desde el mes de octubre del año pasado, a pesar de la distancia con Colombia por estar en Miami y la renuncia a la que se vio obligado durante la campaña de Santos por denuncias sobre presuntas relaciones con el narcotráfico.
«Tuve que replegarme por los ataques, pero mi apuesta no era ganar en la primera vuelta», subrayó
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