Los últimos días varias zonas del país han manifestado su rechazo al Gobierno, sonando cacerolas. La parroquia El Paraíso se unió el fin de semana a estas protestas. Desde entonces cada noche han sonado sus cacerolas y algunos han salido a las calles cercanas para expresar su desacuerdo.
El lunes se escucharon disparos desde vehículos sin identificación que apuntaron hacia los edificios. Funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) llegaron al lugar y lanzó lacrimógenas hacia las residencias.
El martes, durante el cacerolazo, se repitió el acto represivo, pero una familia que se encontraba en su apartamento fue afectada con la bomba que cayó en el interior de su hogar. Las personas sufrieron lesiones en la piel y fuerte irritación en los ojos.
Uno de los afectados, que prefirió no revelar su identidad, relató los hechos e indicó que los funcionarios estaban apuntando a la azotea del edificio para atacar a algunos vecinos que subieron a lo más alto de la edificación de 17 pisos. “Una (bomba) llegó a mi apartamento piso 16. Hubo muchos afectados, y entre los vecinos había ancianos enfermos a quienes también les afectó el humo”, explicó.
Hizo un llamado a sus vecinos a “seguir protestando como siempre”, pero sin realizar actos que puedan generar la reacción represiva de los cuerpos de seguridad. “Tenemos que recordar que vivimos en una comunidad donde hay niños ancianos enfermos”, exhortó.
Según reportes de otros vecinos, una bomba lacrimógena habría caído dentro de las instalaciones del Colegio Santa Ana, ubicado en las cercanías de la autopista Francisco Fajardo, también en la parroquia El Paraíso.
Diario de Caracas