Bajo el lema “El Orgullo de ser Empresario”, Jorge Roig, presidente de Fedecámaras, en la septuagésima Asamblea Anual de la institución, presentó a Venezuela una propuesta de país. El documento es el resultado del trabajo de los sectores productivos que elaboraron un plan de ruta estructural que permite el cambio económico que urge en el país. Asegura Roig que el documento es un compromiso compartido.
El documento inicia con un diagnóstico que concluye que el país va por una dirección incorrecta. Aseguran que los venezolanos están perdiendo aceleradamente bienestar; por la escasez, la inflación, por falta de empleos dignos, por el deterioro de la seguridad, el aumento de la violencia, el deterioro de los servicios públicos, por la falta de mantenimiento y construcción de infraestructura esencial. Hay que agregar la caída de la producción nacional. Existe un entorno de hostilidad hacia la actividad privada, inestabilidad de las regulaciones y distorsiones macroeconómicas, entre otros elementos que dificultan su desempeño. Cada sector que reduce su producción y cada empresa que se paraliza o cierra, significa para los venezolanos menos abastecimiento y menos empleos.
Asegura el sector empresarial que el país va por la dirección incorrecta: hoy dependemos más de las importaciones, dependemos más que nunca del petróleo, por lo que se ha profundizado el rentismo. El bienestar de los venezolanos está estancado en el mismo lugar que hace 40 años. El PIB per cápita venezolano está hoy en un nivel similar al alcanzado en 1974. La calidad de vida de las personas solo puede incrementarse sostenidamente con una economía que año tras año logra crecer.
Un cambio de dirección no solo es necesario, es urgente
La raíz de las dificultades está en el modelo económico que hemos tenido hasta ahora. El modelo se ha caracterizado por: 1) aumentar la propiedad estatal de medios de producción; 2) centralizar y controlar la actividad privada, mediante la creación de organismos reguladores, trámites legales, y normas que tratan de sustituir a decisiones operativas como la distribución de productos; 3) irrespetar los derechos de propiedad; y 4) mermar la seguridad jurídica con un marco legal que carece de estabilidad y no se aplica a todos por igual. La crisis económica actual es la consecuencia de imponer medidas que en la práctica crean obstáculos para la producción en lugar de apoyar su desarrollo; medidas que han convertido a nuestro entorno en uno hostil, en lugar de uno estable y confiable para crecer.
Una economía no puede generar bienestar sin crecer, y no puede crecer sin invertir. Tenemos la responsabilidad de frenar el deterioro de nuestra economía. Si se logra que el sector público y sector privado, es posible recobrar el bienestar.
La visión del país que merecemos
Queremos seguir produciendo en Venezuela. Queremos un país de empresas que abren y crezcan. Queremos un país de anaqueles llenos de productos hechos en Venezuela. Queremos un país donde el venezolano se sienta orgulloso de consumir productos fabricados en el país.
Nuestro compromiso es con el desarrollo de Venezuela y el bienestar de los venezolanos. El objetivo de la empresa privada venezolana es la construcción de una economía fuerte, estable, productiva e innovadora, que genere bienestar y oportunidades para todos los venezolanos.
Consensos fundamentales
Nuestro país necesita una sólida alianza nacional entre todos los sectores, que nos conduzca a una sociedad solidaria, generosa, plural y con relaciones de confianza en lugar de imposiciones y amenazas.
• Confianza. El sector público, el sector privado, los trabajadores y los consumidores, necesitan tener certeza acerca del destino que el país quiere alcanzar y cuál es la ruta a seguir para lograrlo.
• Eliminar obstáculos. Los controles directos de precios, de cambio y otros que se aplican a la producción nacional, deben ser desmontados progresiva pero decididamente, para ser sustituidos por regulaciones orientadas a reducir los costos transaccionales, las trabas y la incertidumbre.
• Apoyar la producción hecha en Venezuela. La prioridad de la inversión pública debe ser la recuperación de los servicios públicos para el bienestar de los hogares y la competitividad de la producción.
El plan: eliminemos los obstáculos
Los venezolanos necesitamos una economía que permita enfrentar los retos actuales y los del futuro. Nuestro país necesita: crear al menos 500 mil empleos con calidad cada año; alcanzar niveles de inflación de un dígito; invertir 20% del PIB sostenidamente para crecer al 7 o 8% al año y así duplicar el tamaño de nuestra economía en 10 años. Con el trabajo en equipo del sector público y privado es posible alcanzar estas metas. Para ello:
1. Políticas macroeconómicas claras y compartidas. Generar un marco estable mediante la aplicación de medidas fiscales, monetarias y cambiarias que busquen alcanzar equilibrios sostenibles en el largo plazo. El gasto público debe ser responsable, se debe frenar el aumento desmedido de la liquidez para controlar la inflación, y el sistema cambiario debe modificarse progresivamente y sin demoras hacia un tipo de cambio único, competitivo y libre.
2. Reglas claras y justas para generar confianza. Las reglas para el funcionamiento de la economía deben ser conocidas y respetadas por todos. La administración pública debe despolitizarse, debe rendir cuentas oportunamente, y debe establecer vías efectivas de comunicación y cooperación a través de las que se alcancen acuerdos y se pueda verificar su cumplimiento. La prioridad del Estado no debe ser tratar de sustituir a la producción privada.
3. Eliminar las trabas innecesarias que restan eficacia: reducción de la burocracia y simplificación de trámites.
4. Eliminación de mecanismos que han empeorado, en lugar de mejorar, el bienestar de los venezolanos. La intervención del gobierno en la formación de precios y otros procesos operativos como la distribución de productos en el territorio nacional, ha traído más inflación, más escasez y menos producción nacional.
5. Garantía de infraestructura básica y servicios públicos. La prioridad de la inversión pública debe ser garantizar servicios de electricidad, agua, gas, vialidad y seguridad, continuos y de calidad, con obras que pueden ser ejecutadas con apoyo del sector privado.
6. Crear empleo digno. Las regulaciones laborales deben proteger a los trabajadores sin sacrificar la productividad de las empresas y su posibilidad de crear nuevos puestos de trabajo. El empleo digno no se trata solo de la permanencia de un trabajador en un puesto: comprende sus posibilidades de crecimiento, y el aumento de los beneficios y remuneración de acuerdo a su esfuerzo.
7. Proteger el bienestar de los más vulnerables. La prioridad de las políticas públicas debe ser proteger el bienestar de toda la población venezolana. Es necesario: reducir la impunidad para mejorar la seguridad; aumentar el alcance de la seguridad social; ofrecer financiamiento y apoyo técnico al emprendimiento; ofrecer preparación técnica para la búsqueda de empleo; mejorar la dotación y eficiencia de programas sociales; y evitar la escasez de los bienes de primera necesidad mediante la implementación de subsidios a la producción en lugar de controles de precios, entre otras medidas.
Apoyo a sectores clave
Debemos frenar el deterioro y promover la reactivación de aquellos sectores que están más vinculados a las dificultades que actualmente perjudican más al bienestar, y además constituyen las mayores fuentes de generación de empleo y tienen capacidad de impulsar el desarrollo de otros sectores en cadena: el sector agropecuario, la manufactura, la infraestructura y vivienda, la energía, el turismo, las telecomunicaciones, el comercio y servicios, y los seguro, entre otros para los cuales planteamos acciones específicas.
Convocamos a actuar
Lograr una economía fuerte es la base para avanzar en soluciones que beneficien a todos los venezolanos. Esperamos iniciar un proceso de discusión con el gobierno nacional que conduzca a acuerdos sustantivos y tangibles para la superación de las dificultades actuales con sentido de compromiso y urgencia. Invitamos a todas las empresas públicas y privadas, a sus trabajadores y a la familia venezolana a sumarse a la discusión de estos temas. Juntos superaremos las dificultades del presente. Juntos construiremos las oportunidades del futuro. Nuestro compromiso es con Venezuela.
Nota de prensa