Un creador de contenido surcoreano sembró la confusión en el mundo del entretenimiento. Con la inteligencia artificial, elaboró una recreación en acción real de K-Pop Demon Hunters. Este hecho dejó a muchos convencidos de que una película con actores de carne y hueso se estaba gestando.
El video llamado “se filtra la grabación de K-pop Demon Hunters” apareció el pasado 17 de septiembre. En cuestión de días, el clip acumuló 4,9 millones de reproducciones solo en YouTube y millones más en otras redes sociales como Instagram.
La grabación, de apenas 35 segundos, mostraba a supuestos actores en un set interactuando con el equipo de producción.
Los rostros de los intérpretes eran inquietantemente similares a los personajes de la animación, incluyendo a las protagonistas de la banda Huntr/x, Rumi, Zoey y Mira, y a los Saja Boys, Jin-woo y Mystery.
Dos días después, el mismo usuario, Fantasoner, publicó un segundo video, “Detrás de las cámaras de la película de apertura de KPop Demon Hunters: Los primeros cazadores”, intensificando la percepción de que un proyecto real estaba en marcha.
Fantasoner, cuya obra se nutre exclusivamente de la IA, ya había subido videos similares en agosto, inspirados en la misma franquicia. Con más de 90.000 seguidores en YouTube, ya había explorado un concepto similar con la película de animación japonesa El castillo ambulante, del aclamado director Hayao Miyazaki.
K-Pop Demon Hunters: engaño público
El realismo de estas producciones generó reacciones encontradas.
Mientras algunos usuarios creyeron que Netflix estaba detrás de una película de acción real, otros expresaron su “miedo” ante la dificultad de diferenciar lo real de lo artificial.
Sin embargo, más allá de la confusión momentánea, el incidente desató un debate entre expertos en tecnología. Si bien celebraron las nuevas posibilidades creativas que la IA abre, también manifestaron su preocupación por las implicaciones éticas.
Para ellos, era fundamental que el contenido generado con inteligencia artificial fuera etiquetado de manera clara para proteger los derechos de los creadores originales, una postura que el Korea Herald también destacó.
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