Editorial de El Nacional: Cedice: la casa iluminada

Editorial de El Nacional: Cedice: la casa iluminada

Hoy en el mundo existen 6.681 think tanks repartidos en 182 países. Cedice de Venezuela ha sido reconocido en el selecto grupo de los 100 think tanks más innovadores. Honor para Venezuela.

Atravesar el umbral de Cedice solo puede tener dos propósitos, aprender o enseñar. Sus puertas siempre están abiertas para acoger gente venidas de distintos lugares, caracterizados todos por una necesidad angustiante, saber, aprender, adquirir el poder que solo tenemos los humanos de comunicar, mostrar ideas, hundirse en ellas, explorar parajes desconocidos o mal conocidos.

Y, sobre todo, los que se acercan a Cedice obedecen una voz interior que les guía, descubrir el infinito de cosas que se pueden aprender y que también se pueden enseñar. En Cedice se pone a prueba ese sueño que hemos albergado durante parte de nuestras vidas, el tener la plena conciencia de que podemos cambiarnos a nosotros mismos. Tal como enseñaba Emeterio Gómez, saber que tenemos el poder infinito de cambiarnos a nosotros mismos, saber además que somos el único ente en el planeta que puede hacerlo porque estamos dotados de un poder único que nos da el ser espirituales, la única posibilidad de ser, seres humanos.

En Cedice hay espacio para los niños, que abran los ojos y descubran tempranamente el poder del cual están dotados, aprender, abrir la mente.

En Cedice se sumergen en la búsqueda de ideas. Aprender nociones básicas, o mejor dicho descubrir sus raíces y potencialidades. Sucede cuando se empieza a imaginar qué es “el mercado” como una posibilidad humana de reconocer al otro pacíficamente. Es grandioso trascender la idea del intercambio a la fuerza y vislumbrar lo que significa que las personas y los pueblos pueden intercambiar objetos, ideas, en completa paz sin necesidad de emplear la fuerza, sin agredirnos. Poder intercambiar en paz y que ello nos mejore la vida. Mercado, como enseña Antonio Escohotado, como “un espacio de libertad”

Al igual que ocurre cuando nos acercamos a la idea de la propiedad y esta pasa de ser solo un objeto de codicia para transformarse en una noción básica del ser humano porque empieza con la propiedad de tu vida, la posibilidad de decidir lo que aspiras y reconocer el camino para lograrlo. Pero también es la propiedad de lo que has creado, aquello en lo cual invertiste esfuerzos y diste existencia, un camino al que nos lleva John Locke para mostrarnos también que es la propiedad de tu libertad aquella que nos hace ser los seres humanos que podemos ser.

La idea de mercado y el concepto de propiedad nos hacen mirar el mundo de forma distinta, está asentada en valores como la responsabilidad que tenemos cada uno con nosotros mismos y con “los otros”. Nos empuja a calibrar y entender la noción humanística del valor “confianza”, el valor de los valores, según Francis Fukuyama.

En las clases que impartía Emeterio Gómez en Cedice y en los distintos ámbitos que participaba, con estudiantes, obreros, profesionales, hombres, mujeres, jóvenes, adultos, siempre comenzaba con una sencilla pregunta que hacía a los participantes voltearse, mirar al vecino y  preguntarse a sí mismos. Emeterio interrogaba: ¿Qué significa ser humano? Siempre las respuestas se iniciaban con una alusión a la racionalidad, de allí el profesor Gómez tomaba de la mano a los participantes para comenzar el insólito camino del descubrimiento de ser esencialmente ser espirituales, que podemos cambiarnos a nosotros mismos, qué podemos aprender y enseñar siendo a la vez seres racionales.

Este admirable camino continúa, lo hallamos hoy en Cedice, el encuentro con nuestra espiritualidad, aunado con el conocimiento de la economía y con todo aquello que necesitamos aprender para ser seres realmente humanos.

Cedice fuera de sus aulas tiene una labor magnífica, enseñar en las distintas regiones del país como hacer agendas participativas partiendo del reconocimiento de las posibilidades existentes, valorizándolas y aprendiendo a responder a las dificultades. Este es un hermoso proyecto que se realiza en las distintas regiones del país, donde se comparte con el liderazgo, se aprende a encontrar soluciones y establecer climas de comunicación entre las distintas personas e instituciones regionales.

 Editorial de El Nacional

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