Día Internacional de Nelson Mandela
julio 18, 2019 6:41 am

En honor a su nacimiento

La Asamblea General de las Naciones Unidas decide designar el 18 de julio Día Internacional de Nelson Mandela, que se observará todos los años a partir de 2010.

El 10 de noviembre de 2009 la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolución 64/13 decide designar el 18 de julio Día Internacional de Nelson Mandela, “en reconocimiento de la contribución aportada por el ex Presidente de Sudáfrica a la cultura de la paz y la libertad.

Reconocen los valores de Nelson Mandela y su dedicación al servicio de la humanidad a través de su labor humanitaria en los ámbitos de la solución de conflictos, las relaciones interraciales, la promoción y protección de los derechos humanos, la reconciliación, la igualdad entre los géneros, los derechos de los niños y otros grupos vulnerables, y la defensa de las comunidades pobres y subdesarrolladas. Se reconoce también su contribución a la lucha por la democracia a nivel internacional y a la promoción de una cultura de paz en todo el mundo”.

El 18 de julio de cada año, día de nacimiento de Nelson Mandela, la ONU se une al llamamiento de la fundación que lleva su nombre para dedicar 67 minutos de nuestro tiempo a ayudar a los demás, homenajeando a Nelson Mandela en su día.

Durante 67 años Nelson Mandela dedicó su vida al servicio de la humanidad, como abogado defensor de los derechos humanos, como preso de conciencia, trabajando por la paz y como primer presidente elegido democráticamente de una Sudáfrica libre.

Nelson Rolihlahla Mandela  (Mvezo, Unión Sudafricana, 18 de julio de 1918-Johannesburgo, Gauteng, Sudáfrica, 5 de diciembre de 2013) fue un abogado, activista contra el apartheid, político y filántropo sudafricano que fungió como presidente de su país en el periodo de 1994 a 1999.

Fue el primer mandatario de raza negra que encabezó el poder ejecutivo, y también el primero en resultar elegido por sufragio universal en su país. Su gobierno se dedicó a desmontar la estructura social y política heredada del apartheid a través del combate al racismo institucionalizado, la pobreza y la desigualdad social, y la promoción de la reconciliación social.

Como nacionalista africano y socialista, presidió el Congreso Nacional Africano (CNA) entre 1991 y 1997, y a nivel internacional fue secretario general del Movimiento de Países No Alineados entre 1998 y 1999.

Originario del pueblo xhosa y parte de casa real tembu, Mandela estudió en la Universidad de Fort Hare y la Universidad de Witwatersrand donde estudió Derecho. Cuando residía en Johannesburgo se involucró en la política anticolonialista, por lo que se unió a las filas del Congreso Nacional Africano, y posteriormente fundó la Liga Juvenil en la misma organización. Tras la llegada al poder del Partido Nacional en 1948, ganó protagonismo durante la Campaña del Desafío de 1952, y fue elegido como presidente regional del Congreso Nacional Africano en la provincia de Transvaal.

Además presidió el Congreso Popular de 1955. En su ejercicio como abogado, fue varias veces arrestado por actividades sediciosas y, como parte del liderazgo del CNA, fue procesado en el Juicio por Traición desde 1956 a 1961. Influenciado por el marxismo, se unió en secreto al Partido Comunista Sudafricano (SACP) y fue parte de su comité central. Pese a que estaba a favor de las protestas no violentas, en asociación con la SACP fundó y comandando la organización guerrillera/terrorista Umkhonto we Sizwe (MK) o «La Lanza de la Nación» en 1961. En 1962 fue arrestado y acusado de conspiración para derrocar al gobierno, por lo que fue sentenciado a prisión de por vida durante el Proceso de Rivonia.

Mandela se mantuvo prisionero por 27 años, primero en la isla Robben y después en las prisiones de Pollsmoor y de Víctor Verster. Campañas internacionales abogaron por su liberación, y fue excarcelado en 1990 en medio de una convulsión social en Sudáfrica. Se unió a las negociaciones políticas con Frederik de Klerk para abolir el apartheid y establecer las elecciones generales de 1994, en las que lideró al CNA al triunfo en las urnas por lo que se convirtió en el primer presidente sudafricano de raza negra. Durante su Gobierno de Unidad Nacional invitó a otros partidos políticos para unirse a su gabinete, y además se promulgó una nueva constitución.

También creó la comisión para la verdad y la reconciliación para investigar las violaciones a los Derechos humanos cometidos en los años del apartheid. Aunque dio continuidad a las políticas liberales de gobiernos anteriores, en su administración se implantaron medidas para una reforma de la propiedad de la tierra, el combate a la pobreza y la expansión de los servicios de salud. A nivel internacional fue mediador entre los gobiernos de Libia y el Reino Unido en el juicio por el atentado al vuelo 103 de Pan Am, y verificó la intervención militar en Lesoto. Declinó postularse para un segundo periodo de gobierno, y fue sucedido en el cargo por Thabo Mbeki. En su retiro de la política se dedicó a obras de caridad y al combate a la pandemia del Sida a través de la Fundación Nelson Mandela.

Mandela, en palabras de van Engeland y Rudolph (2007), pasó de terrorista a político hasta llegar a presidente de Sudáfrica (1994-1999), por lo que fue una figura controversial en gran parte de su vida. Sus críticos le acusaron de ser un comunista y terrorista, pese a que se ganó el apoyo de la comunidad internacional por su activismo, lo que le hizo acreedor a más de 250 menciones honoríficas y otros galardones, entre ellos el Premio Nobel de la Paz, la Medalla Presidencial de la Libertad y el Premio Lenin de la Paz. En Sudáfrica es considerado como una figura de respeto, donde se le conoce con el nombre originario del clan xhosa, Madiba, o Tata (padre). Se le llama también el Padre de la Nación sudafricana.

EFE