Tranquila, nos ha pasado a todas en algún momento de nuestra vida amorosa. No todo en las relaciones es blanco y negro, también hay zonas grises que nos hace preguntarnos ¿Ha llegado el final para esta relación? ¿Sentirá él lo mismo que yo?

Está claro que las relaciones no son lineales sino que sufren altibajos, es lo bueno de vivirlas. Siempre se ha dicho que el amor es como una montaña rusa, a veces estás arriba y otras abajo.

Si empiezas a plantearte si esta relación va realmente hacia algún lado es que ya estás en esa descendencia. En ese caso tal vez antes de dar por finalizada esarelación de manera definitiva deberías plantearte algunas cuestiones.

La primera de todas y la principal: ¿Yo quiero seguir intentándolo? Esta pregunta es básica, porque si una vez que te lo has planteado tu respuesta es un rotundo NO, entonces no hay nada que hacer. Pero si tu respuesta es SÍ, entonces quiere decir que todavía al menos de tu parte queda algo.

Superado esta cuestión, deberías preguntarle a la otra persona lo mismo. Porque esto de las relaciones es cosa de 2 y tanto uno como otro tienen 50% de responsabilidad.

Si la otra persona está en la misma onda que tú y se siente igual pero aún así quiere seguir luchando, todavía la relación no ha terminado, solo estáis en la zona gris y deberéis aprender a nadar juntos hacia la zona luminosa o blanca.

Si su intención es darse una “segunda oportunidad” antes de dar por finalizado de manera definitiva la relación, deben preguntarse cosas como éstas:

¿Qué sienten que falta o sobra en la relación? ¿Hay posibilidad de arreglarlo?

Deberás asumir tu parte de responsabilidad. Seguramente parte de encontraros en zona gris se deba también por tu culpa. Así que una buena opción es asumirlo, hablarlo y rectificarlo.

Si no ves solución y la relación se ha roto de manera definitiva por lo menos por tu parte, prepara la conversación, intenta ser sincera, expón claramente los hechos e intenta que la ruptura sea lo menos dañina posible.

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