Denuncian golpe de Estado en Madagascar a tres semanas del inicio de las protestas

Denuncian golpe de Estado en Madagascar a tres semanas del inicio de las protestas

A tres semanas del inicio de las protestas en Madagascar, el 11 de octubre se organizó la movilización más grande liderada por la GenZ en Antananarivo, la capital. Los intentos del presidente Andry Rajoelina de aplacar a los manifestantes destituyendo el 6 de octubre al gobierno de Christian Ntsay por el general Ruphin Zafisambo sólo han hecho que escalen las tensiones.

 

El jefe de Estado había declarado entonces que escuchaba las frustraciones de la juventud malgache y destituyó a todos los miembros de su gabinete. Sin embargo, la medida no bastó para calmar la ira popular, y el 9 de octubre miles de manifestantes volvieron a salir a las calles.

 

Inicialmente, los manifestantes pedían un mejor acceso al agua y la electricidad, y denunciaron el estado del sistema de salud y el nivel de corrupción en Madagascar. Pero, frente a la represión, y convencidos de que no se les escuchaba, comenzaron a exigir la renuncia de Andry Rajoelina, de 51 años, llevado al poder por la calle y los militares en 2009, luego elegido en 2019 y reelegido en 2023 en medio de acusaciones de fraude.

 

Además de la renuncia, los manifestantes exigen que pida perdón al país y disuelva el Senado y la comisión electoral. La militarización del gobierno con la selección de un oficial militar como primer ministro y un gabinete integrado por miembros de las fuerzas armadas, la seguridad pública y la policía armada, con el propio ministro de Defensa siendo el Jefe del Estado Mayor de las FFAA, el general de división Manantsoa Deramasinjaka Rakotoarivelo, no disuadió las protestas.

 

Esta táctica de palo y zanahoria, destitución del gobierno y militarización de la seguridad pública no ha tenido el efecto deseado. Entonces Rajoelina proclamaba: el país “ya no necesita disturbios”. La represión han tenido el efecto contrario al deseado, provocando que un sector del ejército se amotine durante las manifestaciones del día 11 de octubre, declarando su negativa a disparar a las manifestaciones, que ya han dejado 24 muertos y más de 100 heridos.

 

Del motín militar a la toma del poder

 

Las tropas de la unidad de élite Cuerpo de Administración de Personas y Servicios del Ejército (CAPSAT) se pusieron a la cabeza de la protesta en la zona del lago Anosy, donde fueron recibidos con vítores.

 

“Unamos fuerzas, militares, gendarmes y policías, y neguémonos a que nos paguen por disparar contra nuestros amigos, nuestros hermanos y nuestras hermanas”, afirmaron los soldados de la base del distrito de Soanierana en un vídeo publicado en las redes sociales. “Cerrad las puertas y esperad nuestras instrucciones”, dijeron. “No obedezcáis las órdenes de vuestros superiores. Apuntad con vuestras armas a aquellos que os ordenen disparar contra vuestros compañeros de armas, porque ellos no cuidarán de nuestras familias si morimos”.

 

Cabe recordar que en 2009, la base militar de Soanierana lideró un motín en un levantamiento popular que llevó al poder al actual presidente, Andry Rajoelina. En el golpe militar de 2009, el motín de CAPSAT fue el factor decisivo para el derrocamiento del gobierno. Ocho días después del motín, fueron una de las primeras unidades en entrar al palacio presidencial desocupado.

 

Posteriormente los militares marcharon hasta la simbólica plaza del 13 de mayo, lugar que desde la década de 1970 ha servido para hacer y deshacer los regímenes malgaches, donde proclamaron su apoyo a las protestas y reclamaron que el presidente y el gobierno abandonasen el poder. En la travesía hasta la plaza hubo una escaramuza en la que la unidad CAPSAT dijo que un soldado fue disparado por la gendarmería y murió.

 

En la mañana del 12 de octubre el presidente Rajoeline, en medio de rumores sobre su posible huida del país o que podría estar buscando refugio en la embajada francesa, antiguo potencia colonial, ha denunciado que se trata de “un intento de tomar el poder de forma ilegal y por la fuerza, en contra de la Constitución y los principios democráticos”. “El diálogo es la única vía para avanzar y la única solución a la crisis que atraviesa actualmente el país”, añadía el comunicado, en el que se hacía un llamamiento a la “unidad”.

 

Su denuncia a tenido poco efectos entre las llamadas al diálogo del resto del ejército, la policía y el gobierno, que se niegan a tomar acciones contra los amotinados. Mientras el primer ministro Ruphin Zafisambo, en declaraciones realizadas en el canal estatal TVM, afirmó que el Gobierno estaba “totalmente dispuesto a escuchar y dialogar con todas las facciones: jóvenes, sindicatos o militares”.

 

Los amotinados, dirigidos por los militares Michäel Randrianirina y Lylison René de Rolland, que parecen ser los hombres fuertes detrás de este movimiento, ya están tomando medidas para hacerse con el poder, a pesar de que no hayan declarado su intención de dar un golpe militar.

 

Durante la mañana del 12 de octubre proclamaban que tomaban el control de todas las fuerzas militares del país: “A partir de ahora, todas las órdenes del ejército malgache, ya sea terrestre, aéreo o naval, procederán del cuartel general de CAPSAT”.

 

Al mismo tiempo nombraban al general de división Démosthène Pikulas como nuevo jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Malgaches. La ceremonia de traspaso de poderes contó con la presencia del general saliente, Mananstoa Deramasinjaka, lo que refleja la continuidad institucional y unidad del ejército a pesar de la crisis.

 

Pikulas en su discurso animó a los militares a centrarse en su misión principal, a seguir rigurosamente las instrucciones oficiales y a evitar cualquier tipo de desviación. El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas precisó que la prioridad actual es contribuir activamente al retorno de la paz y la estabilidad en todo el territorio.

 

En este sentido, hizo un llamamiento a todos los ciudadanos para que vuelvan a respetar el orden y la legalidad. También subrayó que este cambio, aunque no estaba previsto inicialmente, se ha llevado a cabo con espíritu patriótico y responsable. “Las fuerzas armadas se han movilizado por amor a la patria”, recordó. El nuevo jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas también confirmó que ya se había puesto en contacto con los mandos militares de las diferentes regiones para garantizar la continuidad del mando a escala nacional.

 

Por su parte la Gendarmería Nacional se declaraba “del lado del pueblo”, en su comunicado la gendarmería reconoció ciertos abusos dentro de su fuerza y ​​afirmó haber tomado medidas para abordarlos.

 

Las protestas han continuado durante el día 12, pero con un tono muy distinto y controladas por los militares. Los manifestantes reuniéndose en la plaza del 13 de mayo para protestar contra el Gobierno, pedir la liberación de los detenidos y para rendir homenaje al soldado del CAPSAT muerto el anterior día. A la concentración pacífica asistieron líderes religiosos y políticos de la oposición, entre ellos el expresidente Marc Ravalomana, además de tropas del CAPSAT.

 

Durante la concentración el coronel Michäel Randrianirina expresó su gratitud a la generación Z por las lecciones transmitidas, exhortándoles a no retroceder. Por su parte, el general Lylison Roland de René ha agradecido a los mandos militares del CAPSAT, elogiando su papel decisivo en el cambio de situación que se produjo el día anterior. El coronel Patrick Rakotomamonjy, por su parte, ha animado a continuar la lucha.

 

Por último, en la Mesa Permanente del Senado ha decidido destituir al general Richard Ravalomanana de sus funciones como presidente del Senado. La institución hace un llamamiento al respeto de la legalidad, la paz y la unidad nacional. Esta decisión es especialmente relevante para la sucesión presidencial, pues si se confirma la información de que el presidente Andry Rajoelina ha abandonado el país en un avión militar francés, tiene ciudadanía francesa, abdicando de facto, habría un vacío de poder que no está claro quien asumiría.

 

Otros aliados del presidente, como el anterior primer ministro Christian Ntsay o el empresario Mamy Ravatomanga, el hombre más rico de la isla, han abandonado el país en un avión privado aterrizando en Mauricio.

 

El Gobierno de Mauricio ha declarado que “no está satisfecho con las condiciones en las que se autorizó el aterrizaje de este vuelo privado en Mauricio. Las autoridades mauricianas comunicarán más adelante las condiciones del aterrizaje y, contrariamente a lo que se afirma en algunos mensajes en las redes sociales, desmienten cualquier injerencia en los asuntos internos de Madagascar.”

 

 

 

Fuente: Descifrando la guerra

 

 

 

 

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