Para el año 1920, los Medias Rojas de Boston contaban en sus filas con un talentoso muchacho llamado George Herman Ruth, quien los había ayudado a conseguir el título en Serie Mundial en los años 1925, 1916 y 1918, año en el cual lideró la liga en cuadrangulares (11).
En ese momento, Ruth era más conocido por su capacidad como lanzador que como bateador, y de hecho, estableció un récord que se mantuvo intacto por 43 años al lanzar casi 30 entradas consecutivas sin permitir carrera alguna, pero en sus años finales en Boston, los entrenadores empezaron a notar sus aptitudes para el bateo y le dieron un lugar en los jardines.
Por poco más de 100.000 dólares, el joven y prometedor pelotero de Boston fue vendido a los Yankees de Nueva York, el más grande rival de los Medias Rojas, para financiar una obra de teatro llamada «Rochel, Rochel», y aunque para ese entonces se consideró una buena cantidad de dinero, la venta de «Babe» a Nueva York es considerada como una de las peores en la historia no sólo del beisbol, sino del deporte en general, y ya verán el porqué.
A partir del momento de la partida de Ruth de los Medias Rojas, empezó lo que popularmente se conoce la maldición del «Bambino», otro de los apodos del legendario jugador, quien dijo al ser vendido que Boston no volvería a ganar una Serie Mundial.
Su llegada a Nueva York sólo confirmó el gravísimo error que habían cometido los Medias Rojas, pues en su primer año con los «Mulos», Ruth sacó 54 pelotas, rompiendo su propio récord anterior 29 para implantar uno nuevo, además, impulsó 137 rayitas (líder de la liga) con un promedio de .376, y aún así, no fue triple coronado, «fallando» sólo en el promedio, donde fue superado por el .407 de su tocayo George Sisler, de los St. Luis Browns.
Así empezaba una ilustre carrera del jugador considerado el más famoso pelotero en la historia, siendo una especie de embajador del deporte. Ruth no se cansaría de romper y establecer nuevos récords con los Yankees, como el de 60 jonrones en 1927, récord que se mantendría intacto hasta que Roger Maris conectara 61 en 1961, participando en más compromisos que «Babe» (la liga se había expandido).
Los Yankees, que no habían ganado nunca antes de la llegada de «Babe» Ruth, empezaron a ganar campeonatos con el Bambino, quien los ayudó a ganar 4 de los 27 que en total acumulan los de Manhattan (líderes).
LA MALDICIÓN DURÓ 86 AÑOS
Una vez vendido Ruth, empezó la increíble debacle de los Medias Rojas, quedando constantemente entre los últimos lugares por los siguientes 12 años.
Boston no regresaría a una Serie Mundial desde la salida de Ruth en 1920 hasta el año 1946, cuando se toparían con los Cardenales de San Luis.
Todo indicaba que la maldición llegaría a su fin, y que tras 28 años de sequía los Medias Rojas quedarían campeones, pues se encontraban 3-2 arriba en la serie, sin embargo, perdieron los dos juegos próximos y la mala racha continuaba.
Luego de varios años de campañas negativas, llegaría otra vez la esperanza al Fenway Park en el año 1967, temporada que se conoció como «El sueño imposible» con Carl Yastrezemski como una de las estrellas del equipo.
Tras una reñida y difícil temporada regular, Boston alcanzaría la postemporada, en la cual les fue bastante bien y llegarían a la Serie Mundial, una vez más, ante los Cardenales.
Los de San Luis ganaron 3 de los primeros 4 de la serie, pero Boston logró empatar sensacionalmente la serie a 3 victorias por bando, para que todo se decidiera en el séptimo y final, donde finalmente Bob Gibson, abridor de San Luis, los dominaría por completo y los Cardenales volvían a ganarle a los Medias Rojas.
En 1975 se vivió en Boston uno de los episodios más fuertes de la «maldición», una vez más en la Serie Mundial, Carlton Fisk con su famoso cuadrangular mandaba la serie a un séptimo y decisivo, donde los Medias Rojas ganaban 3-0 a los Rojos ya en la séptima entrada, parecía que todo se acababa, sin embargo, los de Cincinatti lograron empatar y ganarlo en el noveno, para proclamarse campeones.
Los años pasaron y Boston seguía sin ganar, errores increíbles, entre algunas otras cosas, mantuvieron a los Medias Rojas lejos de un trofeo de Serie Mundial.
En el 2003, el equipo sufriría una nueva desilusión, y por enésima vez, sería ante los Yankees de Nueva York, quienes los eliminaron en el juego 7 de la Serie de Campeonato, luego de que los «mulos» lograran venir de atrás en un juego que perdían 5-2 en el octavo episodio.
Sin embargo, en el 2004 repetirían la buena temporada y volverían a encontrarse con los Yankees en la Serie de Campeonato, y la historia cambiaría, aunque en un principio no parecía así.
Todo indicaba que los de Nueva York se llevarían con comodidad la serie, pues ganaron los 3 primeros compromisos de la misma, sin embargo, Boston logró algo sin precedentes en el beisbol, regresar de atrás para ganar una serie que perdían 3-0, y avanzar a la Serie Mundial.
Con un buen equipo, y dirigidos por Terry Francona, los Medias Rojas lograrían venganza doble, pues no sólo eliminaron a los Yankees, sino que se conseguirían a San Luis, una vez más en una Serie Mundial, pero esta vez, Boston pasaría la escoba, ganado en 4 juegos con Manny Ramírez como el más valioso.
Terminaba la maldición de Ruth, luego de 86 años de sequía, Boston lograría ganar la Serie Mundial del 2004 y repetirían en el 2007 ante Colorado para su segundo título en apenas 4 años.
FALTABA HACERLO EN CASA
A pesar de ya haber acabado con la maldición, quedaba una tarea pendiente, y era ganar un título de Serie Mundial logrando el triunfo final en casa, en el Fenway Park.
Costaría un poco más, sin embargo, en la noche de este miércoles 30 de octubre del año 2013, los Medias Rojas lograron vencer a los Cardenales de San Luis en el Fenway Park para conseguir su octavo título en la historia, tercero en los últimos 10 años y además, levantar el trofeo en casa por primera vez en 95 años.
Fue un cambio radical de la temporada pasada a esta, pues en el 2012 los Medias Rojas terminaron de últimos en el Este de la Liga Americana, y a pesar de que muchos fanáticos no estaban muy seguros del equipo este año, lograron ganar el título más importante en el mundo para un jugador de beisbol.
¿Realmente fue una maldición o sólo una mala racha de 86 años que tuvieron los Medias Rojas? ¿Fue «Babe» Ruth el culpable de la sequía de títulos o cada equipo hace su propio destino?
Sin importar lo que cada persona crea, de algo sí podemos estar seguros, y es que la maldición o la mala racha del equipo quedó atrás, bien atrás, y por los vientos que soplan, los Medias Rojas seguirán siendo, por muchos años, uno de los equipos más fuertes de todo el beisbol.
Fuente: Líder