En Caracas se han mezclado patrias, estirpes y linajes de todo tipo
En cualquier calle de Caracas se puede apreciar la mezcla de todas las razas
A 522 años de la llegada de Cristóbal Colón a América, Venezuela es el país con mayor mezcla racial en todo el continente, una característica a la que su capital añade además una amplia gama de nacionalidades: chinos, árabes, españoles, italianos, portugueses, colombianos, peruanos y ecuatorianos, entre otros, han hecho de Caracas su casa.
Y una cosa ha influido en la otra: el hecho de que la composición racial de Caracas sea distinta al resto del país se debe en gran parte a que esta ciudad fue la que recibió a la inmigración canaria del siglo XIX o a la europea de la posguerra.
Pero también acogería luego a los inmigrantes chinos que escapaban de la revolución cultural en los 60 y a quienes huían de las dictaduras del cono sur (en su mayoría descendientes de europeos). A eso hay que agregarle que la mano de obra esclava no se concentró tanto en la capital y que los dueños de la tierra eran tradicionalmente blancos.
En efecto, en el estudio Los grupos de raza subjetiva en Venezuela, el sociólogo Roberto Briceño León descubrió que la población de raza blanca en Caracas es significativamente mayor allí que en el resto del país: 43% contra 25,3%. Los mestizos en la capital representan el 36% (30% en el resto del país), los mulatos 18% (36,3% en el país), los negros 2,1% (4,8%) y otros grupos étnicos 0,5% (solo los indígenas representan el 2,21% de la población a nivel nacional).
Un país café con leche
El historiador Guillermo Durand explica que en Venezuela siempre existió, desde los tiempos de la Colonia, una suerte de tolerancia hacia el mestizaje, muy distinto a lo que ocurrió en los virreinatos (Nueva Granada, Perú, Nueva España y Río de la Plata), donde la población blanca apenas se mezcló con el resto de la población.
Pero explica Durand que al principio el mestizaje se dio sobre todo en la base poblacional, en la mayoría, conformada por pardos, negros e indios. En la Colonia no era bien visto que un español mezclara su sangre con otras razas, y recuerda que para muchos cargos se pedía el certificado de limpieza de sangre. Cree que todo eso cambió sobre todo a partir de 1854, cuando es abolida la esclavitud.
El sociólogo Carlos Raúl Hernández cree que la mezcla racial que hoy se observa en Venezuela se debe también en gran parte a la guerra federal (1859-1863), que acabó con las oligarquías, cosa que no sucedió en Perú o Colombia, donde perduró una élite (blanca, por supuesto) que apenas se mezcló con el resto de la población.
Briceño León cree no solo que Venezuela es el país más mestizo de América, sino sobre todo el lugar donde el mestizaje ha sido mejor valorado: «Ni siquiera en los tiempos de la Colonia hubo mucho rigor en la aplicación de los expedientes de sangre. Tal vez porque la población indígena no era numerosa, o porque no hubo una gran importación de esclavos, o porque los españoles no se vinieron con sus familias ni con la idea de asentarse (como en el norte, en donde se exterminó a los nativos o se les confinó a reservas) sino solos y a buscar riquezas, pero lo cierto es que Venezuela es un verdadero melting pot» (crisol de razas).
La sangre de todos
En Venezuela la mezcla racial ha sido tan común que no solo no existió un racismo institucionalizado, sino que apenas y se han realizado estudios sobre su composición racial. En los censos de población, desde 1871 hasta hoy, el dato sobre la raza ha estado ausente. Como dice Briceño León: «Ya una pregunta sobre la raza era vista como una construcción racista».
Eso no quiere decir que el racismo no haya estado presente en la sociedad: «Los estudios antropológicos demuestran que todos los pueblos son racistas en alguna medida, pues siempre se tiende a desconfiar del que es distinto (la acepción original de «bárbaro» es «extranjero»), pero hay que destacar que aquí no hay un racismo institucional».
Aparte de los estudios del propio Briceño, también destacan los que ha realizado la antropóloga Dinorah Castro. En Sobre el Proceso de Mestizaje en Venezuela (2010, realizado junto a María Matilde Suárez), se concluye que los estudios genéticos confirman que Venezuela es «un país amalgama».
En cuanto a composición sanguínea (que es distinto a la raza), se afirma que el aporte es sobre todo europeo (58,8%), amerindio (28,5%) y africano (12,6%). Estas cifras se acercan mucho a un estudio genético de ADN autosómico que en 2008 realizó la Universidad de Brasilia, en el que se dice que la composición de la población venezolana es europea en un 60%, 23% amerindia y 16% africana.
Como concluye el estudio de Castro, «este es un país de mestizos en la sangre, la mentalidad y la cultura».
Fuente:EU