Impaciencia, necesidad y tensión. Eso es lo que se respiró -este jueves- en los alrededores de los comercios de diversos estados del país, donde la presencia de alguno de los productos citó a miles de venezolanos en kilométricas colas, mientras los colectivos -además de los cuerpos de seguridad- comenzaron a figurar dentro de la crisis de desabastecimiento.
Ayer en Catia, en el oeste de Caracas, cientos de personas se apostaron cerca de las 10:00 am frente a un local de la cadena Farmatodo, a la espera de comprar pañales.
En un momento de tensión, un grupo de los presentes, arremetió contra una patrulla de un cuerpo de seguridad para extraer mercancía cargada en la unidad. Además de pañales, había jabón y compotas.
Posteriormente hubo intento de saqueo en el local, pero fue controlado por colectivos junto con la Policía Nacional Bolivariana.
El dirigente de Primero Justicia en Catia, Saverio Vivas, reflejó en su cuenta Twitter (@saveriovivas) que una “turba molesta” rompió los vidrios del vehículo y saqueó los pañales y “luego se volcó al Farmatodo que cerró a duras penas” su santamaría. Los colectivos y policías custodiaron el comercio para impedir un ataque.
La intervención de los colectivos en las colas de distintas zonas del país fue confirmada a El Tiempo por el integrante del Movimiento de Defensa Popular Juan Montoya, Igor Luengo.
Dijo que estos grupos tienen la labor de articular junto a las policías Nacional y de Caracas, así como la Guardia Nacional, el control de los conatos de saqueo que se presenten frente a supermercados, abastos y farmacias en diversos sectores de la capital.