Martina (la actriz Carme Elías) es una médica española que decide morir en la Gran Sabana, el lugar donde alguna vez fue feliz. Claudia Pinto no había pensado en la muerte en carne propia, pero precisada a responder dice que en semejante situación haría lo mismo que la protagonista de su película, La distancia más larga.

La semana pasada se anunció que su ópera prima buscará un lugar como Mejor película iberoamericana en los Goya de la Academia española de cine. Y para la venezolana significa la posibilidad de que la historia entre en contacto con el otro país que ha marcado su vida.

Pinto, egresada de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, tiene al menos 12 años viviendo en España. Para la elaboración del guión, la realizadora se conectó con la añoranza por su terruño. «Busqué las imágenes que recordaba, que tenía de Venezuela. Entonces poder hacer el viaje al revés, poder mostrarla en España, para mí es como que si todo encajara. España no es un país cualquiera, es importante para mí también, donde he vivido y trabajado, donde parte de la historia se forjó».

Pinto no está clara en la estrategia que seguirá la producción de la película para calar entre los miembros de la Academia. «Yo estaba en Margarita y todo esto me pilló estando de gira», confiesa. «Mañana (hoy) hay una reunión con Claudia Lepage (productora ejecutiva de la cinta) y el Cnac (Centro Nacional de Cine); con Miguel Ferrari (director de Azul y no tan rosa, que ganó el Goya el año pasado) he hablado por teléfono y vamos a reunirnos cuando vuelva de Nueva York; cuando acaben las inscripciones en la Academia (octubre) empieza la proyección de películas iberoamericanas y españolas (noviembre). Entiendo que haremos proyecciones paralelas como parte del lobby; y si nos nominan trabajaremos más de lleno. Azul… hizo proyecciones paralelas, el asunto es que son tantas películas que a veces los miembros de la Academia no las ven todas, entonces vamos a trabajar en función de que La distancia… se vea. La película se defiende sola».

La directora cree que su película tiene unos cuantos elementos a su favor. «Cuando nos retiramos de las deliberaciones para el Óscar fue porque más allá de tener una buena película, necesitas tener condiciones financieras y estratégicas para llegar allá, y para mí lo importante era que Venezuela llegara. Sentía que en el mercado norteamericano La distancia… no tenía tanta fuerza. En cambio, en el mercado español estamos un poco más arropados por razones obvias: la protagonista es Carme Elías, española, muy querida allá, ganó el Goya por Camino; la montadora es Elena Ruiz, ganadora del Goya por Lo imposible, las diseñadoras de sonido son Fabiola Ordoyo y Marisol Nievas; yo trabajo en España desde hace muchos años… Creo que hay un poco más de chance, aunque es difícil saberlo porque es el criterio de unos académicos, y depende de con quién compitamos».

Sobre la posibilidad de que la película pueda brillar en otras categorías, explica que primero debe revisar el reglamento del premio, pero cree que quizás sí.

El viaje apenas inicia; el Goya determinaría el estreno comercial en España; se negocian otros mercados, al tiempo que está en pleno periplo de festivales internacionales.

Ángel Ricardo Gómez

El Universal