Las palomitas, ya sea en el cine o en casa, son un tentador aperitivo al que muchos sucumben. A pesar de que el mundo de la nutrición ha desaconsejado su consumo por su exceso de grasas trans, siguen manteniendo el tipo en el mundo de los aperitivos y como alimento estratégico- económicamente hablando- para el empresario de una sala de cine.

El exhibidor de cine donde verdaderamente hace dinero es  en el débil momento en que el ser humano- cual can olfateando un hueso- siente la llamada y se ve avocado a gastarse casi el precio de la entrada o más en un cubo de palomitas.

A pesar de los elevados precios de las palomitas en las salas de cine, no son las más caras. Los prohibitivos seis euros que se puede invertir en el cubo de palomitas quedan muy lejos de los 1.000 dólares que cuesta el cubo de las denominadas Palomitas del Billón de Dólares.

Berco’s popocorn es la empresa americana que tiene el honor de vender las palomitas más caras del mundo. Tanto las saladas con sabor a trufa, mantequilla o queso o las dulces con el mejor caramelo del mundo ostentan precios desorbitados que hacen reflexionar sobre que tipo de palomitas tienen los sobres de palomitas- tres por 1.5 euros- para microondas.

La lata grande de estas palomitas millonarias alcanza la cifra de los 1.000 euros. Pero, ¿por qué tienen este precio? Pues la razón radica en los productos elegidos: ingredientes orgánicos y especialmente tratados sin aditivos. Azúcar, mantequilla, sal y vainilla es lo que lleva la cara y deliciosa cobertura de las palomitas.

Además de las palomitas, como buen producto de lujo, el packaging debe estar a la altura. Por ello, Berco’s vende las palomitas en una bella lata de estética vintage que luego se puede aprovechar para guardar los calcetines o para comer las palomitas de maíz que has hecho en el microondas intentando rememorar el sabor inigualable de las palomitas Berco’s.

  Fuente: el economista.es