Raymond Orta, abogado especialista en tecnologías y evidencia digital, y Fernando Pereira, educador y experto en protección de niñez y adolescencia, advirtieron sobre el crecimiento de los abusos sexuales a menores en plataformas digitales. Orta señaló que uno de los principales problemas es la ausencia de un control efectivo de la edad en juegos en línea.
«Cualquier niño de 5 u 8 años puede decir que tiene más de 13 años para inscribirse. No hay un verdadero control y los depredadores simulan ser menores para atraer a sus víctimas a través de avatares atractivos y regalos», explicó en entrevista concedida a Román Lozinski para el Circuito Éxitos.
Orta añadió que pese a que algunas plataformas, como Roblox, ya implementan inteligencia artificial para detectar a estos cyber-delincuentes, el peligro se extiende cuando los menores son trasladados a otras redes sociales, espacios que los padres no controlan.
Por su parte, Fernando Pereira resaltó la vulnerabilidad de los niños y adolescentes frente al contacto con desconocidos por medio de pantallas. “Si estos contactos fueran en lugares físicos, no permitiríamos que nuestros hijos acudieran. En lo virtual, no nos damos cuenta de lo que ocurre y los dejamos desprotegidos”, afirmó. Insistió en la necesidad de incorporar la educación digital en el hogar y en los colegios como parte fundamental para prevenir estos abusos.
Orta también mencionó que en países como Australia ya existen leyes que restringen el uso de redes sociales y videojuegos para menores de 16 años. Resaltó la importancia de regular estas plataformas para proteger a niños y adolescentes, ya que “las plataformas están diseñadas para crecer y generar beneficios económicos, pero hay que ponerle un freno y exigirles responsabilidad conforme a la Constitución”.
Además, el experto señaló que aunque no hay cifras exactas recientes sobre ciberdelitos, estadísticas muestran que las niñas tienen el doble de probabilidad de ser atacadas en estas plataformas respecto a los varones, con un 15% frente a un 8%. Este dato resalta “la urgencia de reflexionar sobre el volumen de casos y la falta de legislación aplicable a estas nuevas dimensiones virtuales, que simulan espacios de juego pero pueden ser escenarios de riesgo”.
Ambos especialistas coinciden en que la protección de menores en internet requiere de un esfuerzo integral que incluya regulación, educación digital y vigilancia activa de los padres y las autoridades para evitar que estas plataformas se conviertan en un canal para la violencia y el abuso.