Atención: ¡Lo que las mujeres queremos en la cama!

Atención: ¡Lo que las mujeres queremos en la cama!

¿Qué nos gusta en la cama pero nos dan tanta pena pedir? Aquí te lo enlistamos para que los hombres también puedan echarle un vistazo.

 

Es difícil complacer a una mujer en ocasiones; todas son muy diferentes y el placer nos llega de forma distinta. La lista no es una ley ni mucho menos; solamente algo que todas deben saber para que, si en algún momento te da pena pedírselo a tu novio, fácilmente puedas sutilmente mandarle este link.

 

Lo que queremos:

 

Juego previo; está bien que los chicos ya no puedan contenerse las ganas de empezar la acción pero el juego previo es igual de importante; no solamente aumentará la temperatura en la habitación por un buen rato sino que también ayudará a lubricarte de buena forma y estar completamente lista para él. Así que, sin pena, pídele que haga un esfuerzo más para hacerte gritar antes de jugar entre las sábanas.

 

Trato duro: Somos mujeres independientes que en ocasiones gustan por la dominación; unos brazos firmes que no le tengan miedo a agarrarte ni levantarte son el sueño de casi cualquier chica. Tal vez tu galán cree que va a lastimarte así que sean honestos y lleguen a un acuerdo; podrían tener la mejor noche de sus vidas si se comunican ¡ya!

 

Ego: Así como ellos quieren que les digas ‘¡qué grande es!’, nosotras también queremos halagos que nos hagan sentir mejor con nosotras mismas. Y no queremos nada de ‘qué buena eres en la cama’ (bueno, no estaría nada mal), sino algo más emotivo y expresivo como: ‘eres hermosa, me encantan tus piernas, te ves increíble’. Ningún halago fallará.

 

Atento: Está muy bien jugar en la cama pero, ¿por qué no en un lugar diferente? No nos gusta la rutina y a veces no estamos dispuestas a planear algo grande así que no nos caería nada mal que el hombre tomara por primera vez la iniciativa y nos llevara a una cena romántica, un viaje exprés, a un hotel lujoso o simplemente a un lugar completamente diferente para hacer el amor.

 

Cliché: Todas en algún momento queremos llevar a cabo un cliché de película, específicamente el más romántico: hacerlo en frente de una chimenea, rodeados de velas, en una aina con muchísimas burbujas y vino o en la alfombra después de haber bailado sensualmente tango. Es algo muy erótico y romántico al mismo tiempo; nuestra combinación perfecta.

 

Oral: A los hombres les gusta a veces separar tus piernas con los brazos y dejar que su lengua haga todo el trabajo pero, ¡no debería ser así! Son seres humanos complejos y con muchas habilidades así que pídele que ponga sus manos y lengua en acción ahí abajo; hay mucho que puede hacer con más que su boca.

 

Mañanero: Ellos creen que están más necesitados de sexo que nosotras y, mientras que en ocasiones esto sea cierto, en su mayoría han vivido en la ignorancia. También lo deseamos y queremos que nos sorprendan en la mañana con caricias, besos y otro tipo de movimientos; especialmente si es bueno para tocarte en todo tu cuerpo.

 

Tiempo: Nuestro orgasmo no llega de forma rápida; al contrario, es lento y delicioso, por lo que nos gusta disfrutarlo. Por otra parte, ellos no pueden esperar y en ocasiones se aceleran muchísimo, pierden el ritmo, empiezan a hacer movimientos locos y, mientras que para ellos es algo bueno… ¡para nosotras no lo es! Pídele que vaya con calma pero seguro y que se guíe en tus gemidos para acelerar y nivelarse.

 

Cargar: A veces nos preocupamos tanto por nuestro peso que, a la hora de que nuestro galán quiera cargarnos, nos aferramos a cualquier estructura sólida para que no pueda hacerlo; después de todo podría romperse la columna. La situación es diferente; ellos saben cuánto pueden cargar y posiblemente tú estés exagerando con tu peso así que ¡deja que te cargue! Es algo muy lindo y lo disfrutarás cuando dejes de preocuparte por tus kilos.

 

Música: Nos encanta hacer el amor con música de fondo; así nos inspiramos y, aunque muchos creen que nos distrae, realmente nos ayuda a concentrarnos. No debe estar muy alta, al contrario, lo mejor es que esté muy bajita para que puedan concentrarse en los ruidos de cada uno. Platica con él y hagan juntos un ‘playlist’ erótico y sensual.

 

Hablar sucio: Al principio es raro pero, si estamos muy entradas en lo que está pasando, unas palabras sucias sobre lo bien que se siente y lo lubricada que estás, te harán gritar de placer más adelante.

 

Fuente: Veintitantos

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