Granola: La mayoría creemos que la granola es increíblemente saludable, pero los nutriólogos explican que tiene más azúcar de lo que la mayoría cree. En dosis grandes, la granola podría hacer más daño que bien.

Barras de granola: Son fáciles de cargar y comprar, pero las barras de granola deberían evitarse. Además de ser artificiales, contienen muchas calorías.

Yoghurt congelado: Pasa lo mismo que con la granola; a pesar de que sea dietético, realmente son pocos los que podrían recomendarse, y es que tienen mucha azúcar y no son tan naturales como las personas creen.

Juego de naranja: La verdad es que la naranja es buenísima, pero también tendría que limitarse mucho su consumo. Si bien es cierto que es una fruta natural, también hay que recordar que tiene MUCHA azúcar, y cuando pides un jugo de naranja, te están dando dosis MUY fuertes de glucosa.

Queso amarillo: Las tiras de queso amarillo son deliciosas, pero son bastante artificiales y para nada saludables.

Desafortunadamente pocos nutricionistas las recomiendan, aunque es creencia popular que no son para nada dietéticas y de hecho las prohíben en muchas dietas.

Por su parte, hay alimentos que no parecen saludables, ¡pero en realidad lo son! Y podría ser que para ti parezcan un exceso, pero si los investigaras a fondo, conocerías todos sus beneficios.

Vino tinto: ¿En serio no sabías que el vino tinto es bueno para el corazón? Si no me crees, pregúntale a cualquier doctor; lo recomiendan mucho a sus pacientes propensos de enfermedades cardiovasculares.

Quinua: La quinua es conocida como el grano del futuro, y es que es rica en proteína y aminoácidos, fibra, hierro y manganeso, un antioxidante que previene daño cerebral.

Camarón: Podrá ser un marisco muy caro, pero te aseguro que vale la pena comprarlo (y mucho más comerlo). Es bajo en calorías, rico en proteína y muchos más nutrientes indispensables para el cuerpo, así como antioxidantes y vitamina B12.

Fuente: mujer.bo