La gente se está volviendo iracunda y hostil. La situación de tensión que vive el país mantiene en zozobra a la población afectándolos de manera sistémica.
Los estilos de vida han cambiado, las relaciones se han deteriorado pues la crisis aflora las peores emociones humanas.
Así lo considera la psicóloga Nelimar Pepe, quien explica que la sociedad en lugar de avanzar está en un proceso de involución.
“La calidad de vida se ha deteriorado. Las personas viven con una angustia generalizada y una predisposición a lo negativo que los lleva a una situación de estrés, depresión y poca tolerancia”, acota la especialista.
Comenta que el larense es una persona alegre, jocosa y amable, incluso con desconocidos. Cosa que ha cambiado pues en las calles es común ver peleas, insultos y amenazas sobre todo donde se conglomera gran cantidad de gente como en las colas se supermercados.
La psicóloga explica que cada persona tiene tres niveles: biológico, psicológico y social los cuales se están viendo afectados por la situación del país.
“Las consultas por estrés, ansiedad y depresión se han disparado afectando la parte mental. Eso se relaciona con el desabastecimiento de alimentos y medicinas que afecta el organismo lo que a su vez repercute en el aspecto social porque ya no se comparte con la familia, no se sale a disfrutar, bien sea por la inseguridad o por la falta de tiempo, debido al trabajo y a hacer las colas para conseguir productos”, agrega Pepe.
A su juicio, el ambiente determina la conducta y mientras más tenso sea, más rabia y hostilidad desata la gente.
Advierte que muchos utilizan el humor como un mecanismo de defensa convirtiendo cualquier situación en chiste, lo cual no es del todo recomendable porque pese a que el humor alimenta la salud mental, aleja y distrae a la sociedad de los problemas evitando la búsqueda de soluciones.
La especialista exclama que tras un análisis con varios colegas, determinaron que el repunte de enfermedades como el chikungunya, dengue y otros virus no es casualidad sino que guardan relación con el aspecto psicológico. “El estrés y depresión bajan las defensas volviendo el organismo vulnerable a las enfermedades”, asegura.
Recomienda que para sobrellevar la crisis lo mejor es no ser extremistas pero tampoco conformistas. Insiste en que el factor tiempo es determinante y por eso se deben planificar las actividades para no verse agobiados.
Crédito: Iraidely Figueroa
Luis E. Rodríguez | La Prensa.