Un día en la vida de un periodista

Posted on: marzo 15th, 2016 by Laura Espinoza No Comments

 

De los recuerdos más indelebles que tengo de mi vida como estudiante de periodismo de la Universidad Católica Andrés Bello fue una asignación especial que nos puso Carmen Martínez de Grijalva, en el año 1986. Cada estudiante escogió un periodista al azar y se dedicó un día a acompañarle en el trajín de reportero, para luego escribir una crónica de aquello. Yo escogí  a Héctor Landaeta

 

l gordo Landaeta –como ya se le llamaba en aquella época– cubría la fuente universitaria para El Nacional y además era activista sindical de la entonces nueva camada de “Cuartillas”, grupo de jóvenes comunicadores que se había impuesto en las elecciones del año anterior, tanto en el Colegio Nacional de Periodistas como en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa.

 

 

Recuerdo claramente aquella jornada en la que estuve unas 10 horas continuas con Landaeta. Durante 3 décadas el gordo siempre que me veía hacía el chiste de que él todavía no había logrado entender por qué yo lo había escogido para aquella asignación universitaria.

 

 

No era aquel 1986 del tipo “éramos felices y no lo sabíamos” con el que tanta frecuencia se quiere etiquetar al bipartidismo que antecedió al chavismo. No, aquel momento demandaba compromiso con el periodismo y la libertad de expresión.

 

 

Venezuela era gobernada por Jaime Lusinchi (1984-89), quien pasó a ser recodado como el presidente más restrictivo, desde la época de la dictadura de Pérez Jiménez, en materia de libertad de expresión e información. El chavismo posteriormente, en mala hora para el país, se encargaría de emularle. En aquel tiempo, el Régimen de Cambios Diferencial (Recadi) se convirtió en una poderosa arma para silenciar temas incómodos, como la vida sentimental del jefe del Estado, a la par que devino en mecanismo eficaz para la autocensura en muchos medios del país. Las llamadas telefónicas desde el Palacio de Miraflores a las redacciones para presionar, mediante chantajes directos o indirectos, se hicieron moneda corriente en aquellos años.

 

 

Dos periódicos, El Diario de Caracas y El Nacional, en forma selectiva, fueron objeto de presiones a partir de 1986. Al segundo medio, por ejemplo, nunca le llegaron a negar oficialmente las divisas, pero su entrega era demorada, los trámites alargados intencionalmente, con el fin de mantener en jaque permanente a la empresa y demostrar que el gobierno tenía el poder de hacerla naufragar. Contra El Nacional el mecanismo de presión fue directo.

 

 

El divorcio presidencial y la existencia de una amante, que en los hechos ejercía como primera dama de facto, tuvieron resonancia en el ejercicio del derecho a la información. El diario El Universal, en un editorial penoso prácticamente justificó su autocensura en el tema; y no era asunto trivial, la periodista Rossana Ordóñez fue sacada del aire, casi de inmediato, tras abordarlo en un programa matutino que conducía en RCTV tras una llamada desde Miraflores. En octubre de 1986, ejemplares de la prensa frívola española fueron retenidos al llegar a Venezuela por las autoridades, por el atrevimiento de reseñar con pelos y señales los diferentes arreglos protocolares y habitacionales que debieron hacerse en Madrid para recibir al jefe del Estado y a Blanca Ibáñez, su amante presentada en público como su secretaria privada.

 

 

Un año después de todo esto, Lusinchi tuvo el atrevimiento de presentar un proyecto de ley ante el Congreso para la salvaguarda del “honor y la reputación de las personas”. Pese a que en el legislativo Acción Democrática tenía amplia mayoría, tal legislación no llegó a aprobarse.

 

 

El gordo murió este 7 de marzo de 2016, en Barquisimeto. Falleció con las botas del periodismo puestas, ya que hasta último momento estuvo ejerciendo su papel de director de El Informador, en el que estuvo los últimos meses. Han pasado 30 años de aquel día en la vida del periodista Héctor Landaeta. Fue uno de esos días que marcaron mi vida profesional, que entonces comenzaba.

 

 Andrés Cañizales

La fotografía que el país espera

Posted on: marzo 1st, 2016 by Laura Espinoza No Comments

 

 

Creo que interpreto el sentir de muchos venezolanos en estos días. ¿Cuándo anunciarán los factores políticos que hacen vida en la Mesa de la Unidad Democrática, MUD, la hoja de ruta consensuada y unitaria para superar esta crisis? La crisis es económica, sin duda alguna. Sin embargo, estas primeras semanas del año 2016 han dejado en claro que sin un cambio de gobierno urgente no habrá posibilidades de superar la crisis económica.

 

 

Es sencillo, el gobierno de Nicolás Maduro insiste como respuesta a la crisis en darle al país la misma receta que nos trajo hasta aquí. Aristóbulo Istúriz, quien antes de llegar a vicepresidente exhibía un discurso de autocrítica, validó ante la Asamblea Nacional la tesis del “yo no fui”, no hay la más mínima intención del gobierno de asumir la responsabilidad en el desastre que es hoy la economía nacional. Así las cosas, no hay posibilidad de enmendar. En realidad, sin ser economista, se observa que buena parte de las medidas anunciadas y decisiones tomadas, hasta ahora en 2016, solo apuntan a recuperar ingresos para el Estado. No hay medidas para promover la productividad o levantar los nefastos controles sobre la actividad económica privada.

 

 

Así están las cosas: 1) la crisis económica requiere de otras respuestas, de otras medidas que el gobierno no está en capacidad de ejecutar; 2) el gobierno irrespeta la voluntad popular de los venezolanos al ignorar o sencillamente sabotear la tarea de la Asamblea Nacional; 3) de profundizarse la crisis económica podríamos llegar a un estallido social con consecuencias impredecibles.

 

 

Las respuestas y posibilidades de transitar mínimamente en paz a otro modelo que sea genuinamente de desarrollo económico y en un marco democrático deben venir de la MUD. Y es urgente.

 

 

Una persona a quien no conozco personalmente, en reacción a otro artículo mío, me envió este mensaje: “La fotografía que queremos los venezolanos es una donde aparezcan Henrique Capriles, Chúo Torrealba, Lilian Tintori, María Corina Machado y Henry Ramos Allup, unidos, diciéndole al país en una sola voz, este es el camino que traza la MUD para el cambio”.

 

 

La fotografía, en este momento, no es más que un deseo. Es una esperanza de esa persona que me escribe, es un deseo mío y de millones de venezolanos demócratas. No hay tiempo que perder, por cierto para que la dirigencia de la alternativa democrática se siente a dialogar cara a cara y le presente al país la hoja de ruta democrática para salir de la grave crisis económica y social en la que estamos inmersos.

 

 

Ya basta de que Capriles diga que el camino es el referéndum revocatorio, que Ramos Allup abogue por la enmienda, que Voluntad Popular diga que la vía es la asamblea nacional constituyente o que María Corina sostenga que debemos presionar por la renuncia. No es tiempo para estrategias aisladas, por mejor que cada una sea presentada. Es hora, dirigencia política de la MUD, de que haya una vía, un solo camino fruto del consenso y la discusión. El país lo reclama con urgencia.

 

 

No se trata solo de buenas voluntades, por cierto. La MUD (y todos los referentes políticos que en ella participan) corren el riesgo de ser barridos por la crisis. No solo el chavismo podría ser derrotado por el deseo del cambio que palpita en Venezuela. También pueden perder la conexión con el pueblo aquellos que debiendo responder a la urgencia del momento terminen ahogados en la inacción y la dispersión. La MUD debe articular una opción viable para llevar a Venezuela adelante. La fotografía de unidad y consenso tiene que dejar de ser deseo y pasar a ser real en breve.

 

 

 

Andrés Cañizales

Venezuela: El día después del 6D

Posted on: octubre 22nd, 2015 by Laura Espinoza No Comments

 

Las Fuerzas Armadas tendrán un rol esencial en la toma de decisiones una vez que la sociedad se haya manifestado en las urnas

 

 

A escasas semanas de unas elecciones parlamentarias que resultarán vitales para Venezuela, existen pocas dudas de lo que pasará el día de la elección. La identificación política con el modelo de la llamada “Revolución Bolivariana” viene en caída notable, tras el fallecimiento de Hugo Chávez, junto a un descontento generalizado alimentado por una crisis económica sin precedentes. En el país se dejaron de publicar estadísticas económicas oficiales, pero recientemente el Fondo Monetario Internacional señaló que el Producto Interno Bruto tendrá un caída del 10% y la inflación superará el 150% en este 2015.

 

 

El gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), junto a otros partidos aliados, asiste en este 2015 a unas elecciones en su peor momento según lo reflejan diferentes estudios de opinión pública. De acuerdo con la firma Venebarómetro, la identificación del venezolano con el chavismo cayó de 55,9% (en marzo de 2013) a 21,3% en septiembre de 2015. De forma paralela, la identificación con la oposición democrática subió de 31,6% a 68,3% en el mismo período.

 

 

Por su parte, otro analista de opinión pública como Alfredo Keller apunta que desde enero de 2013, cuando saltó a la palestra Nicolás Maduro como “heredero” de Chávez, la tendencia de identificación positiva con el PSUV registra la caída como tendencia sostenida. Según Keller, en diciembre de 2012 la mitad de los venezolanos manifestaba su apoyo al PSUV, mientras que en una investigación realizada la primera semana de septiembre este apoyo había caído a 18%.

 

 

¿Qué nos dicen todos estos números? Lo que va a ocurrir el día de la elección parece estar claro. Se puede predecir un voto castigo para Maduro, aún cuando él personalmente no sea candidato. La impopularidad de Maduro terminará arrastrando al PSUV a una derrota electoral el 6 de diciembre. Ese es un pronóstico que tiene base de sustentación en lo que están señalando los estudios de opinión pública.

 

 

¿Qué hará el chavismo con este resultado electoral? Esta es tal vez la gran pregunta que hoy ronda a Venezuela. ¿Qué pasará el día después?

 

 

La impopularidad de Maduro terminará arrastrando al PSUV a una derrota electoral el 6 de diciembre

 

 

En mi opinión el partido gobernante y las Fuerzas Armadas deben estar en este momento valorando dos opciones. No puede obviarse que los uniformados se han alineado, hasta ahora, con Maduro incluso llegando a la represión masiva de opositores, tal como se registró entre febrero y junio del año pasado.

 

 

En el sendero democrático, a su vez, si el PSUV acepta la derrota electoral tendrá una gran oportunidad para seguir siendo un factor de poder político en el largo plazo, en medio de la restitución democrática que se abrirá con una Asamblea Nacional controlada por los factores de oposición. Las Fuerzas Armadas tendrán un rol esencial en la decisión que se tomará una vez que la sociedad venezolana se haya manifestado en las urnas de votación. La reciente jubilación de una docena de magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), para ser sustituidos antes de las elecciones parlamentarias, reflejan cómo el chavismo se prepara para la derrota el 6 de diciembre, ya que está apostando a mantener el control que ejerce sobre el poder judicial.

 

 

En el campo autoritario, la decisión del PSUV y las Fuerzas Armadas puede ser el desconocimiento de la voluntad popular, con lo cual se llevaría al país por el camino de un ejercicio abiertamente dictatorial del poder. Tendría que apelar de nuevo a la represión y profundizar el autoritarismo en el control de las instituciones públicas. No reconocer un triunfo popular opositor sólo podría ejecutarse con represión.

 

 

Sin pecar de ilusos, en esta ocasión el día después de las elecciones podría tener elementos novedosos. Por una parte, una comunidad internacional atenta a los resultados de las elecciones. Aún cuando no haya observación electoral independiente, hoy el gobierno de Maduro es evaluado negativamente y se duda de su talante democrático. Por el otro lado, una población que ya hoy, en su mayoría, pronostica que la oposición se impondrá en las elecciones, con lo cual el desconocimiento de resultados tendría un costo político elevado.

 

 

Serán unas votaciones vitales, el chavismo tendrá que tomar una decisión determinante el día después de las elecciones.

 

 

Andrés Cañizález es analista e investigador de la Universidad Católica Andrés Bello. Twitter @infocracia

 

 

Andrès Cañizales

 

Vencer la desesperanza

Posted on: septiembre 29th, 2015 by Laura Espinoza No Comments

Una canción que muchas veces da vueltas en mi cabeza, en estos días, la interpreta el argentino Fito Páez y dice: “¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón”. Algo así hay que decirle hoy a una mayoría de venezolanos en quienes se conjuga el descontento junto con la desesperanza. Habría que decirles: ¿quién dijo que todo está perdido? Todavía nos queda un último chance de cambiar esto y eso sólo será posible con una votación masiva el venidero 6 de diciembre.

 

 

Los estudios de opinión en Venezuela, esa fotografía del momento actual, están evidenciando un profundo y acentuado descontento con la gestión del presidente Nicolás Maduro. No es algo que ocurrió ayer. Es una tendencia que viene acentuándose incluso desde que comenzó su mandato. La crisis económica, tan severa que padecemos, no hizo otra cosa que acentuar ese malestar. El venezolano tiene hoy la percepción de que Maduro no está capacitado para solventar la crisis. Y tiene razón. No solo Maduro, quienes nos gobiernan y controlan hoy las instituciones no están capacitados para conducir el país en medio de una situación tan compleja como la que vivimos, ya que se conjugan los resultados de esa política que acabó con la producción nacional junto con una caída pronunciada de los precios del petróleo con lo cual no hay dólares suficientes para paliar la crisis.

 

 

Junto al descontento está la desesperanza. Hay una pérdida de esperanza en que el país puede salir adelante, y eso explica que hoy nueve de cada diez estudiantes universitarios piense en irse del país, que dos de cada cuatro venezolanos, sin distinción de condición social, crea que yéndose de Venezuela le puede ir mejor. Esta desesperanza además está inyectada en el discurso oficial: “Hagan lo que hagan no vamos a dejar el poder”, nos dicen. En realidad sí lo van a dejar, no tendrán otra opción. Pero para llegar a esa opción, nuestro poder como venezolanos aparentemente sin poder es sacarlos con una votación masiva y claramente de rechazo.

 

 

¿Votando el 6 de diciembre se solucionará todo por arte de magia? Sin duda que no, pero será el primer paso en la dirección correcta. Recuperar una institución tan estratégica como la Asamblea Nacional será un avance muy importante, ya que es desde el Parlamento donde puede hacerse verdadera contraloría sobre el Poder Ejecutivo, evaluar y designar al resto de poderes tales como Tribunal Supremo de Justicia y Consejo Nacional Electoral, entre otros. Una mayoría contundente de diputados de la alternativa democrática, además, puede abrir paso constitucionalmente a la realización de un referéndum revocatorio de la presidencia de Maduro en el año 2016.

 

 

Si nos quedamos cruzados de brazos no habrá ningún cambio. La necesidad de cambio que hoy se respira en Venezuela, en todos los sectores sociales (incluso entre los venezolanos más humildes), debe traducirse en acción el 6-D. Acción representada en votar masivamente y en cuidar el voto sin descuido alguno. Quienes están enchufados en el poder también han entendido que el 6-D se juegan el todo por el todo. Y también saben que con la desesperanza ellos logran su objetivo: que nada cambie para seguir aprovechándose de la riqueza nacional.

 

 

Todo lo que vivimos hoy constituye un enorme desafío para quienes son los candidatos a diputados por la Mesa de la Unidad Democrática. MUD. No es hora de celebrar el triunfo, por más que las encuestas (todas las encuestas) digan que se ganan las elecciones del 6-D. Es la hora de traducir el estado de ánimo de descontento en esperanza. Es hora de que claramente envíen un mensaje de esperanza, más que propuestas u ofertas. Los candidatos a diputados le deben decir al país que no todo está perdido y que votando en las elecciones parlamentarias comienza el cambio que una gran mayoría de venezolanos anhelamos.

 

 

Andrés Cañizales

Elecciones y escenarios

Posted on: agosto 5th, 2015 by Laura Espinoza No Comments

Comienza una etapa, con el inicio de este mes de agosto, que podríamos catalogar de decisiva en el terreno electoral. Nos separan escasos cuatro meses de las elecciones parlamentarias previstas para el 6 de diciembre. Hay muchas cosas en juego, para todos los actores políticos y para la sociedad en su conjunto, en estos comicios. Como suele suceder en las carreras electorales, comienzan a hacerse predicciones de diverso tipo sobre lo que podría ocurrir en esa jornada electoral y sus repercusiones posteriores.

 

 

Algunos analistas que respeto señalan que no puede descartarse la posibilidad de que el gobierno de Nicolás Maduro, usando la figura de la emergencia nacional, pueda suspender las elecciones. No creo, personalmente, que ese sea el escenario más probable pero obviamente en este terreno de las proyecciones tampoco es un asunto que pueda descartarse de plano. Yo me paseo por el escenario de que sí tendremos elecciones parlamentarias en la fecha señalada del 6 de diciembre.

 

 

No percibo señales políticas y/o institucionales que apunten a la no realización de elecciones en la fecha ya señalada del 6 de diciembre. La propia realización de los comicios tampoco puede entenderse como un camino allanado para quienes adversan al gobierno. Al contrario, el tiempo que nos separa hasta los comicios serán un período en el que se pondrá a prueba la voluntad de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) de llegar unida y dando la pelea. Tocará responder a medidas como las inhabilitaciones dictadas por la Contraloría General (que por cierto contravienen las leyes), decisiones como la del Tribunal Supremo de Justicia de intervenir al partido Copei o eventuales determinaciones del propio Consejo Nacional Electoral (CNE) en relación a la tarjeta única de la oposición. La MUD estará en una suerte de carrera de obstáculos en estos meses previos a las elecciones. Ojalá su dirección política mantenga la sindéresis y la capacidad de respuesta política.

 

 

Pese a todo ello, insisto, habrá elecciones según mi punto de vista. En mi opinión en estas elecciones se producirá un cambio sin duda en el sistema político-institucional, con repercusiones para toda la sociedad. El cambio podría expresarse, sin embargo, con diferente naturaleza. En mi opinión las elecciones arrojan dos escenarios, principalmente.

 

 

Escenario de asfixia democrática. Si se mantiene la tendencia de rechazo a la gestión de Nicolás Maduro, efectivamente eso se refleja en las urnas pero el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y las Fuerzas Armadas deciden no aceptar la derrota, dando respuestas de diverso tipo que terminen de asfixiar al sistema democrático. Eso podría traducirse en un fraude masivo y abierto o con la aprobación de “leyes” para quitarle atribuciones a la Asamblea Nacional, dejando entonces un cascarón vacío en el poder legislativo. Pasaríamos a un modelo netamente autoritario, que ya no se preocupa por guardar algunas formas democráticas (como respetar el resultado de las elecciones) o desoye por completo a la comunidad internacional, con violaciones masivas a los derechos humanos.

 

 

Escenario de transición democrática. Asumiendo que se mantiene el rechazo actual hacia la gestión de Maduro, el voto mayoritario respalda a los candidatos de la MUD y la alternativa democrática logra la mayoría en el seno del parlamento, y –lo más importante- tanto el PSUV como las Fuerzas Armadas acatan el sentimiento popular, dando paso a una Asamblea Nacional plural, en la que se recuperan funciones de contraloría del poder legislativo sobre los otros poderes públicos. Este escenario requiere tanto de la MUD como del PSUV (y las disidencias de ambos bloques) capacidad de diálogo y negociación para dar respuesta a los problemas urgentes del país.

 

 

El segundo escenario resiste un análisis más detallado en relación a si la oposición logra o no una mayoría de ¾ partes en la Asamblea Nacional y cómo decide usar ese poder, abriendo otros escenarios de cambio para el 2016 (referéndum revocatorio presidencial, destitución de ministros, renovación de Tribunal Supremo de Justicia y/o Consejo Nacional Electoral). Por todo eso y otras razones que no comentamos aquí, las elecciones del 6 de diciembre serán de primer orden para Venezuela.

 

Andrés Cañizales

@infocracia

El periodismo en Venezuela se ejerce en precarias condiciones

Posted on: julio 7th, 2015 by Laura Espinoza No Comments

 

El ejercicio del periodismo en Venezuela tiene lugar en condiciones precarias ya que se registra una combinación de factores entre los que se incluyen bajas remuneraciones, debilidad gremial, ausencia de planes de perfeccionamiento profesional y desactualización en el equipamiento de los medios de comunicación, junto con prácticas de censura y autocensura, y el medio a sanciones oficiales y/o el ataque directo contra comunicadores y medios. Estos son algunos de los resultados más significativos de la primera encuesta nacional sobre el ejercicio del periodismo en Venezuela, aplicada por la asociación civil Medianálisis, cuyos resultados pueden verse en la web http://medianalisis.org

 

 

Se consultó a un total de 377 periodistas de las 8 principales ciudades del país. Se entrevistaron a profesionales de medios impresos, radiales, televisivos y digitales. La mayoría de los periodistas consultados (63,4%) ejerce como reporteros de calle y/o redactores.

 

 

La situación de fragilidad en la que están los periodistas venezolanos (originado por las precarias remuneraciones, baja agremiación y temor a sanciones/agresiones) es un caldo de cultivo para la incidencia de prácticas de censura y autocensura. 48% de los periodistas de la muestra afirma que recibe instrucciones significativas para modificar la forma y el contenido de informaciones ya verificadas, mientras que el 49% dijo haber modificado u omitido información verificada.

 

 
La gran mayoría de los periodistas (por encima del 80% en televisión, impresos y digitales) tiene, al menos formalmente, una dedicación de tiempo completo a su trabajo con el medio. En radio la cifra baja de forma significativa a 56%. No se observaron variaciones importantes entre Caracas y el resto de ciudades. Sin embargo, en una pregunta de contraste, quedó en evidencia que solamente 39% puede subsistir con lo devengado en el trabajo principal; el resto tiene otras fuentes de ingreso. 45% en total de la muestra no cuenta ni con contrato colectivo ni con una póliza de salud privada suscrita por el medio. En promedio, los periodistas de Venezuela tienen ingresos equivalentes a dos salarios mínimos. En los ingresos sí se registra una diferencia importante entre Caracas y el resto del país, y aquellos que ejercen en las otras ciudades de Venezuela están peor remunerados.

 

 

La colegiación ha dejado de ser un requisito para ejercer el periodismo en Venezuela. Se observa una colegiación por debajo de 50% de la muestra. Destaca el hecho en la única categoría que supera este porcentaje es el grupo de entrevistados residenciados fuera de Caracas.

 

 

Equidad de género. Este tema, tan en boga por el debate político, encuentra una notable desigualdad dentro de los medios. Los hombres casi doblan a las mujeres en el ejercicio de cargos gerenciales o de responsabilidad editorial en los medios en el país. La jefatura es 64% masculina según los entrevistados.

 

 

La formación o perfeccionamiento profesional dentro de los medios con cursos, talleres o actividades de capacitación nunca tiene lugar, según 29% de los encuestados y escasamente solo 15% es permanente. Únicamente 63,19% la asistencia a estas actividades formativas, que sin duda contribuyen a mejorar la calidad del periodismo, solo ocurre por decisión personal del periodista sin apoyo del medio en el que se labora. Un tercio de los consultados en medios impresos y televisión labora con dificultades, debido a la desactualización de los equipos (computadoras y otros).

 

 

46,4% de los periodistas ha percibido cambios en la línea editorial en los medios en los que prestan sus servicios y la tendencia es más acentuada en los impresos. La línea editorial ha generado problemas administrativos para el medio en 25% de los casos y consecuencias para el periodista en 46%, principalmente porque se le limitan las fuentes. Son los medios impresos los más afectados. Y para todos las limitaciones de acceso a las fuentes oficiales son significativas, según 70% de los consultados.

 

 

Andrés Cañizales

 @infocracia

Nicolás Maduro, 24 meses después

Posted on: mayo 5th, 2015 by Laura Espinoza No Comments

 

En abril se han cumplido dos años desde asumió su período presidencial Nicolás Maduro. El ejercicio del poder no sólo implica el control del aparato institucional o la legitimidad, sino que también tiene un carácter simbólico. En esta última dimensión ha estado posiblemente el mayor esfuerzo del gobierno de Maduro, no sólo gobernar sino representar públicamente que él, Maduro, está mandando. Se ha afincado Maduro en varias estrategias para apuntalarse.

 

Profundizar en el uso abusivo de poder con las cadenas nacionales de radio y televisión. Maduro recibió en herencia de Hugo Chávez este mecanismo de usar, sin control alguno, todo el sistema de radio y televisión del país, literalmente a su antojo. En términos numéricos Maduro tiene más tiempo al aire, en promedio, que Chávez. Si bien no hace cadenas tan extensas (salvo excepciones), hace cadenas de radio y televisión con mucho más frecuencia. Las estadísticas sobre este abuso de poder pueden verse en seguimientoquehacehttp://www.monitoreociudadano.org y también puede seguirse el tema en las redes sociales por la cuenta en Twitter @cadenometro.

 

La presidencia de Maduro, en estos dos años, ha hecho un uso más intenso y extendido de las cadenas. Junto a ello ha potenciado las transmisiones de Venezolana de Televisión de la gran mayoría de sus alocuciones. Una parte del ejercicio del poder de Maduro transcurre frente a las cámaras de televisión. Son unas tres horas diarias en promedio.

 

La mentira como herramienta política. Hace algunos meses atrás la organización Transparencia Venezuela acertadamente definió el modo de operación en políticas públicas. Se maquillan de forma descarada las estadísticas y cifras oficiales. Es tal el nivel de confianza en la maquinaria propagandística, que en algunos casos los propios documentos oficiales, como las presentaciones de memoria y cuenta de los ministerios, informan sobre la realidad mientras que simultáneamente las campañas propagandísticas dicen otra cosa. Así ocurre por ejemplo con la Misión Vivienda Venezuela. Para ver una evaluación de la opacidad en las misiones sociales invitamos a visitar el sitio web http://www.trasnparencia.org.ve y revisar la cuenta en Twitter @nomasguiso.

 

Las estrategias de usar los medios masivos a total discreción junto a la manipulación de las estadísticas han servido para construir un relato oficial que de forma recurrente responsabiliza a otros por los problemas del país. Problemas que en su gran mayoría son consecuencia directa de la mala gestión de estos años, como ocurre en materia económica sin ir muy lejos.  Chávez también lo hacía, y con éxito, al punto de que la mayoría de venezolanos no responsabilizaba directamente al difunto presidente por los problemas que padecíamos. También es cierto que en los últimos meses la crisis ha avanzado a pasos agigantados, en prácticamente todos los ámbitos de la vida nacional. Hoy una mayoría responsabiliza a Maduro de los males que afectan a la nación. La campaña propagandística sigue achacándole a otros las responsabilidades de la escasez, alto costo de la vida o incluso inseguridad. Sin embargo, ahora ese discurso choca con una realidad problemática para el común de los ciudadanos, cosa que no ocurría en los tiempos de Chávez. ¿Alguien le sacará provecho políticamente a ese descontento? ¿Quiénes de nuestra clase política le están hablando al venezolano afectado en su vida cotidiana por la crisis?

 

Andrés Cañizales

La guerra de Nicolás Maduro

Posted on: febrero 17th, 2015 by Laura Espinoza No Comments

En cuestión de días el presidente Nicolás Maduro denuncia una guerra económica y poco después un intento de golpe de Estado. La guerra principal del gobierno, en verdad, es en contra de la información. De forma sistemática el presidente Maduro presenta una supuesta realidad que nada tiene que ver con lo que vivimos los venezolanos, asfixiados por una crisis que se manifiesta en una nefasta combinación de alta inflación y desabastecimiento.

 

El principal responsable de la tragedia que vive hoy Venezuela es Hugo Chávez: lo que tenemos hoy es la herencia directa de más de una década de expropiaciones, ataque a los empresarios locales, el montaje de un sistema corrupto de importaciones masivas, la política de controles y de falta de libertades para la empresa privada. La conjugación de los problemas que tenemos hoy son el resultado directo del modelo que implantó Chávez pero que Maduro no tendrá el guáramo de cambiar. Maduro ha perfeccionado la mentira como herramienta de la comunicación gubernamental. Por eso la guerra de Nicolás Maduro es contra la información.

 

El Estado es responsable de la producción de 40% de harina de maíz precocida, pero todo el foco de responsabilidad se coloca en la empresa privada que produce el 60% restante, el cual es el que efectivamente llega a la mesa del consumidor venezolano. Al Estado, a través del presidente, le incomoda ver gente en cola en la red privada de comercios, pero las colas kilométricas están desde hace tiempo en la red pública de distribución de alimentos sin que hasta ahora se produjeran acusaciones penales contra los gerentes o directivos de esas redes oficiales. El Estado dice que hará 400.000 viviendas en 2015 cuando en verdad no pudo, en 2014, cumplir siquiera con su meta de 200.000 viviendas. Cuando el petróleo estaba por encima de 120 dólares el presidente Maduro decía que su gobierno estaba preparado para cualquier caída de los precios del crudo, hoy cuando no llega ni siquiera a los 50 dólares se hace notorio que el país no ahorró cuando había bonanza.

 

La lista de cómo se distorsiona la realidad es interminable. Los estudios de opinión van mostrando cómo los venezolanos, en un número cada vez mayor, no se están conectando con ese relato y están viendo que el responsable del desastre tiene nombre y apellido. Es tarea urgente, desde el punto de vista político, que una oposición unida y coherente le hable a ese país descontento y que ya no se cree los cuentos oficiales.

 

Volvamos al esquema de la guerra a la información. En estos días hay dos ejemplos palpables. Estalla un escándalo mundial con las cuentas en Suiza, y la investigación periodística cooperativa a nivel internacional pone sobre el tapete que Venezuela es el tercer país con mayor volumen de dinero en cuentas opacas en la filial suiza del consorcio bancario internacional HSCB. La respuesta oficial es rápida, activa el nuevo sistema cambiario y al día siguiente en los medios impresos del país el asunto de las cuentas en Suiza ya se había evaporado.

 

El día en que se pone la tasa para el llamado dólar marginal, arrancando este sus operaciones en 170 bolívares por cada dólar, lo cual tiene serias implicaciones para la dinámica económica nacional, el jefe del Estado denuncia un presunto golpe de Estado y con ello intenta copar la escena mediática. El presidente hace tremenda denuncia pero luego sigue, como si nada, con su transmisión televisiva, e incluso se pone a bailar. Otro detalle: hay un presunto plan militar para derrocar a Maduro y brilla por su ausencia, como vocero, el ministro de la Defensa.

 

Y así pasan los días en Venezuela.

 

Andrés Cañizales

El comandante-talismán

Posted on: octubre 21st, 2014 by Lina Romero No Comments

Si un viajero desprevenido hubiese aterrizado en Venezuela el pasado 7 de octubre habría entrado en franca confusión. Durante más de dos horas, de forma obligatoria, el único mensaje que se comunicaba en el país, gracias a una cadena nacional de radio y televisión del país estuvo dedicado durante más de dos horas a exaltar la “victoria perfecta” del comandante Hugo Chávez.

 

Los videos mostraron a un Chávez en campaña y sus herederos políticos celebraban en público como si tal triunfo electoral acabase de ocurrir. Los asistentes en realidad festejaban por la victoria que un Chávez enfermo alcanzó en octubre de 2012 y que luego de una serie de circunstancias, incluyendo decisiones institucionales discutibles, terminaron colocando a Nicolás Maduro en la Presidencia, con lo cual quienes encabezaron el acto de este 7 de octubre tenían efectivamente mucho que celebrar.

 

El culto a la personalidad de Chávez se inició estando este con vida. Hace una década, por ejemplo, un conjunto de organizaciones de derechos humanos presentaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) una recopilación de imágenes de vallas publicitarias y de avisos de prensa en los que se evidenciaba que la gestión pública como tal había quedado rezagaba, y que la política comunicacional oficial estaba dedicada a resaltar las virtudes del comandante Chávez. El anuncio de que se construiría un hospital, en lugar de brindar información sobre los recursos a invertir, el tiempo de ejecución e información sobre los contratistas, era sencillamente la imagen de Chávez.

 

Hoy, a casi dos años de lo que fue su última aparición con vida (8 de diciembre de 2012), innumerables actos oficiales se inician con un Himno Nacional entonado por Chávez; sus programas maratónicosAló, Presidente se repiten cada domingo por la red de medios del Estado y no pocas emisoras comerciales, para congraciarse con el régimen, se unen a tan particular retransmisión.

 

Para el chavismo, sin embargo, resulta un contrasentido festejar como se ha hecho la elección del 7 de octubre de 2012 por lo problemático de esos comicios. Un Chávez muy enfermo le mintió al pueblo en esa campaña porque aseguró que estaba curado, con el paso del tiempo el propio Maduro ha admitido que el presidente que buscaba la reelección en 2012 estaba seriamente deteriorado en su salud. De esa campaña, por otro lado, proviene en buena medida la pesada herencia económica que hoy lleva Maduro. De acuerdo con la carta pública de quien fue durante década y media el cerebro económico del régimen, Jorge Giordani, en 2012 el gasto público se potenció desordenadamente con la finalidad de crear una sensación de bonanza económica.

 

Puesto en el dilema de las responsabilidades del quiebre económico que vive Venezuela, el presidente Nicolás Maduro ha optado por defenestrar a otrora colaboradores cercanos de Chávez, como Girodani o Rafael Ramírez, terminar de desbaratar el sector privado de la economía o presentarse como víctima de alguna conspiración de capitales internacionales.

 

No ha señalado Maduro, ni lo hará, que el modelo económico que heredó de Chávez en buena medida fue también el legado del comandante. Puede cortar otras cabezas, pero en materia política-simbólica Chávez sigue siendo, por ahora, un fuerte talismán para enfrentar la crisis.

 

Es una suerte de moneda de la suerte que se sacan del bolsillo quienes están en el poder y la acarician en momentos de incertidumbres y dificultades. Esta celebración del segundo aniversario de la “victoria perfecta”, por el triunfo de Chávez en 2012, es una clara muestra de cómo opera el aparato de propaganda, ante una situación de sospechas e inquietud (como la vivida en el chavismo por el asesinato del diputado del PSUV, Robert Serra), se ejecuta unseudoevento como lo fue este acto.

 

Simple excusa para mostrarle al país, en horario prime time, que la cúpula chavista está unida y que a fin de cuentas están en el poder gracias a Chávez.

 

Andrés Cañizáles

El papel del papel

Posted on: octubre 7th, 2014 by Lina Romero No Comments

Los colaboradores habituales del diario Tal Cual, fundado hace década y media por Teodoro Petkoff, iniciaron mal este mes al recibir un mensaje desde la redacción de este periódico. Tienen papel para mantener una versión impresa, reducida a solo 16 páginas, hasta el venidero 23 de octubre. Tal Cual se suma a la crisis que vive la prensa independiente venezolana desde hace un año por la falta de un suministro confiable y constante de papel periódico.

 

A decir verdad, el tema del papel es una suerte de guinda en la copa, ya que los periódicos vienen atravesando serias dificultades para mantenerse como una suerte del último bastión informativo crítico del gobierno y del modelo chavista. Esto cuando hablamos de medios de comunicación tradicionales, luego de que se tejió un corsé de censura sobre la totalidad de la televisión privada y sobre un amplio espectro de la radiodifusión comercial. Ha crecido en Venezuela el flujo informativo por las redes sociales tales como Twitter, ciertamente, pero esta plataforma aún dista de llegar al país en su conjunto, además de que la propia naturaleza de red impide que haya una columna vertebral noticiosa nacional como sí la proporciona, aún, la prensa escrita independiente en Venezuela.

 

La crisis del papel, que afecta ahora a Tal Cual, ya ha producido el cierre definitivo de 6 periódicos y el cese temporal de otros 4, según un reporte que lleva el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS). Para otros, como el diario más antiguo aún en circulación, El Impulso, con 110 años, el nuevo esquema para acceder al papel sencillamente echa por tierra el modelo comercial y empresarial con el que trabajó en las últimas décadas.

 

Fue precisamente el presidente de El Impulso, Carlos Carmona, en septiembre de 2013 quien dio la voz de alerta. El diario, editado en Barquisimeto, solo tenía papel para editarse hasta febrero de 2014. Desde entonces El Impulso redujo su paginación de forma drástica, se editó con papel que otros medios le prestaron, se benefició de una donación de medios de comunicación colombianos y ante lo que parecía ya el cierre definitivo, en septiembre de 2014, finalmente la estatal Corporación Maneiro anunció que incluiría a este diario en su lista de beneficiarios.

 

Hasta principios de este año los diarios accedían a las divisas directamente para importar el papel que necesitaban para sus operaciones. Hasta hace un año cada periódico decidía cuántas reservas de papel tenía en sus almacenes. Ahora es una empresa del Estado la que monopoliza la importación de papel periódico, puesto que además se excluyó este rubro de las convocatorias para acceder a dólares, que gracias al control cambiario el mismo Estado decide a quién otorga y a quién no.

 

Otros diarios más pequeños que no tienen imprenta propia, es el caso de Tal Cual, se imprimen bajo esquemas de acuerdos comerciales con consorcios del sector. El periódico de Petkoff venía editándose con la otrora Cadena Capriles (que después de su nada transparente venta se denomina Grupo Últimas Noticias). La empresa editora dio razones comerciales para poner fin a la relación con Tal Cual y este diario ahora solo tiene garantizado papel para circular, como hemos dicho, hasta el 23 de octubre.

 

Sin embargo, más allá de que consiga papel, sobre este pequeño diario –fundamentalmente de opinión– pesa también una severa demanda dirigida contra Petkoff y los accionistas por parte del hombre fuerte del chavismo, Diosdado Cabello. Hace algunos años se les obligó a pagar una demanda millonaria por presuntamente haber irrespetado a una hija de Hugo Chávez en un artículo firmado por el humorista Laureano Márquez. También le condena un cerco publicitario: el gobierno presiona a las empresas que ponen avisos en Tal Cual, al igual que lo ha hecho con otros medios incómodos.

 

Andrés Cañizales